La ciudad de València enfrenta un reto significativo en su desarrollo urbano, marcado por la escasez de suelo disponible para la construcción de viviendas. Alejandro Escribano, un destacado urbanista y creador del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de València, ha señalado que la ciudad se encuentra en una encrucijada crítica. Según sus declaraciones, solo quedan entre 8.000 y 10.000 viviendas posibles en el Cap i Casal, lo que plantea serias dudas sobre el futuro crecimiento de la ciudad sin comprometer espacios vitales como la huerta.
La situación se complica aún más por el aumento de la población, impulsada en gran medida por la llegada de trabajadores inmigrantes. Este fenómeno ha generado un déficit de aproximadamente 30.000 inmuebles, lo que ha llevado a la Cámara de Comercio de Valencia a proponer medidas urgentes para abordar esta crisis habitacional. Escribano, quien fue responsable del último PGOU en 1988, ha enfatizado que las áreas de desarrollo urbano que se planificaron en su momento están ahora completamente colmatadas.
### La Limitación del Crecimiento Urbano
La huerta protegida y el parque natural de l’Albufera son dos de los principales factores que limitan el crecimiento de València. Escribano ha indicado que, a partir de las bolsas de suelo en Grao, Parque Central y Benimaclet, el crecimiento urbano se ha estancado. Esto significa que cualquier expansión futura deberá buscarse en el área metropolitana, donde, según los expertos, hay potencial para desarrollar entre 15.000 y 20.000 viviendas a corto plazo.
Sin embargo, el desarrollo en estas áreas no está exento de desafíos. La complejidad del terreno, que incluye zonas inundables, y la necesidad de proteger la huerta son obstáculos que deben ser superados. La CV-35 ha sido identificada como una posible «gran avenida metropolitana» que podría facilitar el crecimiento, pero se requiere una planificación cuidadosa para evitar daños ambientales.
Los expertos han coincidido en que la clave para reducir el precio de la vivienda radica en movilizar suelo. Actualmente, el costo de construir una vivienda de 85 metros cuadrados, incluyendo la urbanización, se sitúa en torno a los 116.000 euros. Sin embargo, el precio de venta de un piso puede alcanzar hasta los 300.000 euros, lo que indica que el problema no es solo la construcción, sino la disponibilidad de suelo adecuado.
### Factores que Impulsan el Aumento de Precios
El informe presentado por la Cámara de Comercio de Valencia también ha abordado las causas del aumento de los precios de la vivienda. Entre los factores mencionados se encuentran el crecimiento poblacional, el auge del turismo y la proliferación de viviendas de uso turístico. Además, la transformación de los modelos familiares, con un incremento en el número de personas que viven solas, y el envejecimiento de la población han limitado la rotación en el mercado inmobiliario.
Por otro lado, existen dificultades estructurales en la oferta de vivienda. La escasez de suelo urbanizable, el encarecimiento de los materiales de construcción y la falta de mano de obra cualificada son problemas que complican aún más la situación. A esto se suma una normativa administrativa cada vez más compleja, que dificulta el proceso de desarrollo urbano.
Ante este panorama, la Cámara de Comercio ha propuesto cuatro líneas de actuación para abordar la crisis de vivienda en València. Estas incluyen:
1. **Incrementar la disponibilidad de suelo urbanizable**: Es fundamental liberar terrenos que puedan ser utilizados para la construcción de nuevas viviendas.
2. **Rebajar los trámites administrativos**: Simplificar los procesos burocráticos puede acelerar el desarrollo de proyectos de vivienda.
3. **Eliminar el IVA para la compra de primera vivienda**: Esta medida podría facilitar el acceso a la vivienda para muchas familias.
4. **Desarrollar un modelo metropolitano coordinado**: La creación de un plan denominado «Gran Valencia» busca integrar esfuerzos entre diferentes administraciones para abordar el problema de manera conjunta.
José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, ha subrayado la necesidad de decisiones valientes y de una coordinación efectiva entre las administraciones públicas y el sector privado. La situación actual no solo afecta a las familias que buscan vivienda, sino que también tiene implicaciones para el desarrollo económico sostenible de la ciudad.
La escasez de suelo y el aumento de la demanda de vivienda son problemas que requieren atención inmediata. La planificación urbana debe ser revisada y adaptada a las nuevas realidades demográficas y económicas, garantizando que València pueda seguir siendo un lugar atractivo para vivir y trabajar. La colaboración entre el sector público y privado será esencial para encontrar soluciones efectivas que beneficien a todos los ciudadanos y promuevan un desarrollo urbano equilibrado y sostenible.