La planta de Ford en Almussafes, Valencia, se encuentra en un momento crucial de transformación. Tras meses de incertidumbre y especulaciones sobre el futuro de la producción en esta factoría, la compañía ha comenzado a dar pasos concretos hacia la definición de su próximo vehículo. Este artículo explora los detalles de esta transición, el impacto en el empleo y la industria auxiliar, así como las expectativas de los líderes locales sobre el futuro de la planta.
La producción de vehículos híbridos en Almussafes
Ford ha decidido que, a corto y medio plazo, la producción en su planta de Almussafes se centrará exclusivamente en vehículos híbridos. Esta decisión marca un cambio significativo respecto a la idea de ‘multienergía’ que se había planteado anteriormente, la cual incluía una mayor electrificación de los modelos. La falta de inversión necesaria para llevar a cabo esta electrificación ha llevado a que el avance hacia modelos completamente eléctricos se posponga indefinidamente.
Este movimiento es especialmente relevante en un contexto donde la competencia en el mercado automovilístico está aumentando, con la llegada de marcas chinas como BYD y Omoda, que están ganando terreno en Europa. A pesar de que Ford ha anunciado planes para desarrollar una nueva plataforma de vehículos eléctricos asequibles en Estados Unidos para 2027, la planta de Almussafes parece estar tomando un rumbo diferente, al menos en el corto plazo.
La situación ha generado preocupación entre los proveedores y trabajadores, quienes ven en esta decisión un posible estancamiento en la evolución de la planta. Sin embargo, la dirección de Ford ha asegurado que el empleo en Almussafes está garantizado hasta 2027, lo que ha traído algo de alivio a los empleados y a la industria auxiliar.
El anuncio de un nuevo liderazgo en Ford Europa
Recientemente, Ford Europa ha nombrado a Jim Baumbick como nuevo jefe de la región, lo que ha generado expectativas sobre un cambio en la estrategia de la compañía. Este nombramiento se produce en un momento en que la empresa está acelerando sus planes para el futuro de la planta de Almussafes. Las fuentes del sector indican que se ha dado un «preaviso» a los proveedores sobre el anuncio oficial del nuevo vehículo, que se espera que se realice en las próximas semanas.
El futuro coche, conocido internamente como CX735, ha sido vinculado al modelo Bronco, aunque se ha aclarado que podría tratarse de un vehículo completamente diferente. La producción de este nuevo modelo se llevará a cabo en la plataforma modular C2, que actualmente se utiliza para ensamblar el Kuga. Este aspecto es crucial, ya que la familiaridad de los trabajadores con esta plataforma podría acelerar el proceso de producción.
Expectativas sobre la producción y el empleo
Las proyecciones actuales indican que la planta de Almussafes fabricará un mínimo de 209,000 vehículos anuales, aunque existe la posibilidad de que se alcancen picos de producción más altos. Sin embargo, los plazos para el inicio de la producción en masa se han extendido. Inicialmente, se esperaba que la fabricación comenzara en el segundo semestre de 2027, pero ahora se estima que podría retrasarse hasta principios de 2028.
Este retraso tiene implicaciones significativas para la fuerza laboral de la planta. La incertidumbre sobre cuándo comenzará la producción de nuevos vehículos también afecta la necesidad de extender el ERTE RED, que actualmente está vigente hasta el 1 de enero de 2027. Los sindicatos han solicitado al Gobierno que considere la ampliación de esta medida, no solo para la planta de Almussafes, sino también para las empresas de componentes que dependen de ella.
El papel del Gobierno y la Generalitat
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha expresado su optimismo respecto a la apuesta de Ford por la planta de Almussafes. En una reunión reciente con directivos de la compañía, se discutieron los planes de inversión y la colaboración entre la Generalitat y Ford España. Mazón destacó la importancia de garantizar el empleo y la actividad en la planta, lo que es crucial tanto para los trabajadores como para los proveedores y el sector automovilístico en la Comunidad Valenciana.
El futuro de la planta de Almussafes no solo depende de las decisiones de Ford, sino también de la capacidad del Gobierno para apoyar a la industria local. La colaboración entre la administración y la empresa es fundamental para asegurar que la planta siga siendo competitiva en un mercado en constante evolución.
La transición hacia la electrificación
A pesar de que la producción de vehículos híbridos será la prioridad en el corto plazo, la electrificación sigue siendo un tema candente en la industria automotriz. La presión para adoptar tecnologías más limpias y sostenibles está aumentando, y las empresas que no se adapten corren el riesgo de quedarse atrás. Ford, al igual que otros fabricantes, se enfrenta al desafío de equilibrar la producción de vehículos tradicionales con la necesidad de innovar y adaptarse a las demandas del mercado.
La planta de Almussafes, con su rica historia en la producción de automóviles, se encuentra en una encrucijada. La decisión de centrarse en vehículos híbridos puede ser vista como una estrategia de transición, pero también plantea preguntas sobre el futuro a largo plazo de la planta y su capacidad para competir en un mercado que se dirige rápidamente hacia la electrificación.
En este contexto, la colaboración entre Ford, los sindicatos y el Gobierno será crucial para garantizar que la planta de Almussafes no solo sobreviva, sino que prospere en la nueva era de la movilidad. La capacidad de la planta para adaptarse a las nuevas tecnologías y mantener su competitividad será determinante para su futuro y el de sus trabajadores.