La reciente riada que afectó a València ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva de sus habitantes. A medida que se cumplen 361 días desde este trágico evento, surgen nuevos detalles que arrojan luz sobre la gestión de la crisis por parte de las autoridades, en particular del president de la Generalitat, Carlos Mazón. Este artículo se adentra en los acontecimientos que rodearon la tarde del 29 de octubre, analizando la cronología de los hechos y la respuesta institucional ante la emergencia.
### La Cronología de la Crisis
El 29 de octubre de 2025, València se vio azotada por una intensa tormenta que provocó una riada devastadora. En medio de esta crisis, la actuación del president Mazón ha sido objeto de escrutinio. Según información reciente, Mazón se encontraba en un almuerzo con la periodista Maribel Vilaplana en el restaurante El Ventorro. La versión oficial sostenía que se despidieron en el restaurante, pero nuevos datos indican que caminaron juntos hasta el aparcamiento Glorieta Paz, a pocos minutos a pie del lugar.
Este trayecto se produce entre las 18:30 y las 18:45 horas, justo antes de que Mazón sufriera una desconexión telefónica de 37 minutos. Este apagón en la comunicación ha generado preocupación, ya que coincide con momentos críticos de la riada, cuando la situación en el Cecopi, el centro de coordinación de emergencias, se tornaba cada vez más tensa.
A las 18:57, Mazón reanuda las comunicaciones con una llamada al secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca. Sin embargo, la siguiente llamada no se produce hasta las 19:34, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad de respuesta durante un periodo crucial. Durante este tiempo, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, recibía informes alarmantes sobre el desbordamiento del barranco del Poyo, lo que subraya la urgencia de la situación.
### La Desconexión y sus Consecuencias
La desconexión de 37 minutos de Mazón ha sido un punto focal de la crítica. Durante este tiempo, se produjeron múltiples llamadas de emergencia y se enviaron alertas sobre la gravedad de la situación. A pesar de que Mazón ha afirmado que estaba «perfectamente» informado durante su comida, la decisión de acompañar a Vilaplana al aparcamiento parece contradecir la urgencia de la crisis que se desarrollaba en ese momento.
Las imágenes y los informes de la Generalitat indican que Mazón llegó al Cecopi a las 20:28, lo que sugiere que su tiempo de respuesta fue significativamente más lento de lo esperado. Este retraso ha llevado a cuestionar la eficacia de la gestión de la crisis por parte de su administración. La falta de comunicación efectiva durante un evento de tal magnitud es un tema que no puede ser pasado por alto.
La situación se complicó aún más cuando se reveló que, a pesar de la desconexión, Mazón realizó varias llamadas breves a miembros de su equipo, lo que indica que, aunque no estaba en contacto con el Cecopi, sí estaba recibiendo información de su entorno cercano. Esto plantea la pregunta de si su enfoque estaba realmente alineado con la gravedad de la situación que enfrentaba la comunidad.
La declaración de Maribel Vilaplana como testigo en el caso que investiga la gestión de la crisis podría proporcionar más claridad sobre las decisiones de Mazón durante esos momentos críticos. Su testimonio será fundamental para entender el contexto de la desconexión y la respuesta del president ante la emergencia.
### Reflexiones sobre la Gestión de Emergencias
La gestión de emergencias es un aspecto crucial de la administración pública, y la respuesta de Mazón ante la riada de València ha puesto de relieve la importancia de una comunicación clara y efectiva en momentos de crisis. La capacidad de un líder para tomar decisiones rápidas y bien informadas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de emergencia.
La experiencia de València también resalta la necesidad de contar con protocolos de emergencia robustos y bien ensayados. La desconexión de Mazón durante un periodo crítico sugiere que podría haber fallos en la cadena de mando y en la comunicación entre las autoridades y los equipos de respuesta. La implementación de sistemas de alerta más eficaces y la capacitación continua de los funcionarios son esenciales para mejorar la respuesta ante futuras crisis.
A medida que la comunidad de València se recupera de los efectos de la riada, es vital que se realicen evaluaciones exhaustivas de la gestión de la crisis. Las lecciones aprendidas de este evento pueden ser fundamentales para fortalecer la resiliencia de la ciudad ante futuros desastres naturales. La transparencia en la investigación de la actuación de las autoridades y la rendición de cuentas son pasos necesarios para restaurar la confianza pública y garantizar que se tomen las medidas adecuadas para proteger a los ciudadanos en el futuro.
