La situación del mercado inmobiliario en España ha cambiado drásticamente en los últimos años, especialmente en el contexto de la crisis de la vivienda. La escasez de opciones de vivienda asequible en las grandes ciudades ha llevado a muchas personas a buscar alternativas en el campo, lo que ha resultado en un aumento significativo en la compraventa de fincas rústicas. Este fenómeno no solo refleja una tendencia hacia la vida rural, sino que también está transformando el paisaje del mercado inmobiliario español.
**Causas del Interés en las Propiedades Rurales**
El interés por las fincas rústicas ha crecido debido a varios factores. En primer lugar, la escasez de vivienda en áreas urbanas ha llevado a muchos a explorar opciones fuera de las ciudades. Las propiedades rurales, que a menudo ofrecen más espacio y un entorno natural, se están convirtiendo en una opción atractiva para quienes buscan una residencia principal o una segunda vivienda. Este cambio de paradigma se ha visto impulsado por el envejecimiento del sector agrario, donde un alto porcentaje de propietarios de fincas rústicas supera los 65 años. Esto ha resultado en un aumento de las herencias y, por ende, en la disponibilidad de estas propiedades en el mercado.
Además, el atractivo de las fincas rústicas radica en su precio relativamente accesible en comparación con las viviendas urbanas. Muchas familias, tanto nacionales como extranjeras, están buscando adquirir estas propiedades no solo por el costo, sino también por la posibilidad de construir o rehabilitar viviendas en un entorno más tranquilo y natural. Regino Coca, CEO de una consultora especializada en compraventa de fincas rústicas, señala que este fenómeno es impulsado por el deseo de escapar del bullicio urbano y disfrutar de un estilo de vida más relajado.
**Tendencias en la Compraventa de Fincas Rústicas**
Un estudio reciente ha revelado que las provincias con mayor atractivo residencial, como Valencia, Alicante y Murcia, están viendo un aumento en la demanda de fincas rústicas. En Valencia, por ejemplo, el tamaño medio de las fincas es inferior al de las provincias del interior, lo que refleja una preferencia por propiedades más pequeñas que son más manejables y asequibles. En contraste, en regiones como Asturias, la superficie media de las fincas es de aproximadamente una hectárea, lo que indica una variabilidad en las preferencias de los compradores según la ubicación.
La crisis de la vivienda ha llevado a un aumento notable en las transacciones de fincas rústicas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las variaciones en la compraventa de estas propiedades han sido más pronunciadas en grandes ciudades como Barcelona y Valencia, donde se han registrado incrementos del 45,1% y 26,1%, respectivamente, entre 2021 y 2025. Este crecimiento también se ha observado en zonas costeras, donde algunas provincias han experimentado aumentos de hasta el 90,8% en las transmisiones de fincas rústicas.
El interés por las fincas rústicas no solo se limita a la compraventa; también se ha visto un aumento en las transmisiones por herencia. Provincias como Ourense y Asturias han reportado incrementos significativos en las herencias de fincas rústicas, lo que sugiere que muchas familias están optando por mantener estas propiedades en lugar de venderlas, lo que a su vez alimenta la oferta en el mercado.
Este fenómeno ha llevado a un cambio en la percepción de las fincas rústicas, que ahora son vistas como una alternativa viable a la vivienda urbana. La posibilidad de disfrutar de un entorno natural, junto con la flexibilidad de poder construir o rehabilitar, ha hecho que muchas personas reconsideren su lugar de residencia. Las fincas rústicas ofrecen no solo un hogar, sino también una conexión con la naturaleza y un estilo de vida más sostenible.
En resumen, el aumento en la demanda de fincas rústicas en España es un reflejo de las cambiantes dinámicas del mercado inmobiliario. A medida que más personas buscan alternativas a la vivienda urbana, es probable que este fenómeno continúe creciendo. Las fincas rústicas no solo representan una solución a la crisis de la vivienda, sino que también ofrecen una oportunidad para redescubrir la vida en el campo, con todas sus ventajas y posibilidades.