En un acto de descontento significativo, una treintena de sindicalistas se encerraron en la sede de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en la plaza Conde de Carlet. Este evento tuvo lugar en la mañana del 27 de mayo de 2025, justo antes de la huelga general convocada para el jueves siguiente. La razón detrás de esta acción fue la exigencia de la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en medio de crecientes críticas por su gestión en relación a la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha afectado gravemente a la región.
La ocupación de la sede de la CEV fue breve, ya que los manifestantes fueron desalojados rápidamente por la Policía Nacional. Sin embargo, este acto de protesta es solo una parte de un movimiento más amplio que involucra a más de 200 entidades cívicas, sociales y sindicales. Estas organizaciones, junto con asociaciones de víctimas de inundaciones y comités locales de emergencia y reconstrucción, han convocado una manifestación para el 29 de mayo. Esta será la séptima manifestación en la que se exige la dimisión de Mazón, quien ha sido criticado por su respuesta a la crisis provocada por la DANA, que ha resultado en la trágica pérdida de 228 vidas.
La manifestación programada para el 29 de mayo no solo busca la dimisión del presidente, sino que también pretende rendir homenaje a las víctimas que perdieron la vida en su lugar de trabajo o durante su trayecto hacia él. Los organizadores han declarado que este evento será un tributo a quienes sufrieron las consecuencias de la gestión de la crisis y una forma de visibilizar la situación de riesgo que enfrentan los trabajadores en la región. La presión sobre Mazón y su administración se intensifica a medida que se alarga el proceso judicial relacionado con el ‘caso DANA’, que involucra a decenas de testigos y que se ha convertido en un lastre para el Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo.
**El Contexto de la DANA y sus Consecuencias**
La DANA que afectó a la Comunidad Valenciana ha sido uno de los desastres naturales más devastadores en la historia reciente de la región. Las inundaciones resultantes no solo causaron pérdidas humanas, sino que también dejaron un rastro de destrucción en infraestructuras y viviendas. La gestión de la crisis por parte del gobierno regional ha sido objeto de críticas constantes, con muchos ciudadanos y organizaciones cuestionando la preparación y la respuesta de las autoridades ante situaciones de emergencia.
La falta de una respuesta efectiva ha llevado a un aumento en la desconfianza hacia el gobierno de Mazón. Las manifestaciones y protestas han crecido en número y en intensidad, reflejando el descontento generalizado de la población. Las organizaciones sindicales han tomado un papel protagónico en este movimiento, movilizando a trabajadores y ciudadanos para exigir cambios y responsabilidades. La situación se ha vuelto insostenible, y la presión sobre el presidente de la Generalitat es cada vez mayor.
**La Respuesta de la CEV y el Gobierno Regional**
La Confederación Empresarial Valenciana ha emitido un comunicado en respuesta a la ocupación de su sede, subrayando la importancia del diálogo y la colaboración entre las partes. Sin embargo, la CEV también ha sido criticada por su papel en la crisis, ya que muchos consideran que no ha hecho lo suficiente para apoyar a los trabajadores afectados por las inundaciones y la crisis económica resultante.
El gobierno regional, por su parte, ha intentado defender su gestión, argumentando que se han tomado medidas para abordar las consecuencias de la DANA y que se están realizando esfuerzos para mejorar la infraestructura y la preparación ante futuras emergencias. Sin embargo, estas afirmaciones no han logrado calmar el descontento de la población, que sigue demandando una rendición de cuentas más clara y efectiva.
A medida que se acerca la manifestación del 29 de mayo, la tensión en Valencia sigue en aumento. Los sindicatos y las organizaciones sociales están decididos a mantener la presión sobre el gobierno, y la posibilidad de nuevas protestas y acciones de desobediencia civil no se descarta. La situación en la Comunidad Valenciana es un reflejo de un descontento más amplio en muchas partes de España, donde la gestión de crisis y la respuesta gubernamental están siendo cuestionadas por un número creciente de ciudadanos. La lucha por la justicia y la rendición de cuentas continúa, y el futuro político de Carlos Mazón podría depender de cómo se maneje esta crisis en los próximos días.