En un giro significativo en la política internacional, el ministro británico de Exteriores, David Lammy, ha expresado su respaldo al plan de autonomía propuesto por Marruecos para el Sáhara Occidental. Durante una reciente visita a Rabat, Lammy destacó que esta propuesta es la base «más creíble, viable y pragmática» para resolver el prolongado conflicto que ha afectado a esta excolonia española. Este apoyo se produce en un contexto donde el Sáhara Occidental ha sido un tema recurrente en la agenda del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde 1975, cuando Marruecos comenzó a administrar el 80% del territorio en disputa.
La postura del Reino Unido, que se alinea con la de otras potencias como Estados Unidos y Francia, marca un cambio en la diplomacia británica, que tradicionalmente ha mantenido una posición neutral en este conflicto. Lammy subrayó la importancia de la relación entre el Reino Unido y Marruecos, indicando que su país actuará a nivel bilateral, económico e internacional en base a esta nueva postura. Esta declaración se produce en un momento en que el enviado especial de la ONU, Staffan Di Mistura, busca una solución duradera y aceptable para todas las partes involucradas.
### Implicaciones de la Visita de Lammy a Marruecos
La visita de David Lammy a Marruecos no solo es histórica por ser la primera de un ministro británico de Exteriores desde 2011, sino que también se considera un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países. Durante el encuentro, Lammy y su homólogo marroquí, Naser Burita, firmaron cuatro instrumentos jurídicos que abarcan áreas clave como educación, sanidad, agua e inversiones. Burita calificó la visita como un «salto cualitativo» en la cooperación entre el Reino Unido y Marruecos, destacando la importancia de fortalecer los lazos en materia de seguridad y defensa.
El apoyo británico al plan de autonomía marroquí también se ve como un reconocimiento de la evolución de la postura del Reino Unido en el contexto del Consejo de Seguridad de la ONU. Este cambio es significativo, dado que el Reino Unido es un miembro permanente del Consejo y tiene la capacidad de influir en la dinámica del conflicto. Burita enfatizó que la implicación de cuatro miembros del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, que incluye a Francia, España, Estados Unidos y Rusia, en esta nueva dinámica de apoyo es un paso positivo hacia la resolución del conflicto.
### El Conflicto del Sáhara Occidental: Un Trasfondo Histórico
El conflicto del Sáhara Occidental se remonta a la retirada de España de la región en 1975, lo que llevó a una disputa territorial entre Marruecos y el Frente Polisario, que aboga por la autodeterminación del pueblo saharaui. Desde entonces, la situación ha sido objeto de múltiples negociaciones y resoluciones de la ONU, que han buscado un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, Marruecos ha propuesto un plan de autonomía que, según el gobierno marroquí, ofrece una solución viable al conflicto.
El Frente Polisario, por su parte, ha mantenido su demanda de un referéndum que permita a los saharauis decidir entre la independencia o la autonomía bajo la soberanía marroquí. Este dilema ha llevado a una situación de estancamiento, donde las tensiones continúan y la población saharaui enfrenta desafíos significativos en términos de derechos humanos y desarrollo socioeconómico.
La reciente declaración del Reino Unido podría tener repercusiones en el futuro del conflicto, ya que podría alentar a otros países a adoptar posiciones similares. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan las relaciones entre Marruecos y el Reino Unido, así como las posibles implicaciones para la paz y la estabilidad en la región del Magreb.
En resumen, el respaldo británico al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental representa un cambio notable en la política internacional respecto a este conflicto. La evolución de las relaciones entre el Reino Unido y Marruecos, junto con el compromiso de ambos países de trabajar en áreas clave como la educación y la sanidad, podría abrir nuevas oportunidades para la cooperación y la resolución de un conflicto que ha perdurado durante décadas.