La desaparición del empresario Enrique G. P., de 77 años, ha conmocionado a la comunidad de Bocairent, donde se ha desatado una intensa investigación por parte de las autoridades. Este caso ha tomado un giro inquietante, ya que se ha relacionado con un ex convicto de homicidio, Antonio C. B., quien es considerado el principal sospechoso. La historia se desarrolla en el hotel rural San Isidro, un establecimiento que ha estado cerrado por quiebra y que se encuentra en venta. En este escenario, se han hallado restos de sangre que complican aún más la situación.
La desaparición de Enrique se remonta al primer fin de semana de mayo, coincidiendo con el puente del Día Internacional de los Trabajadores y el Día de la Madre. Enrique, quien residía en Ador, solía visitar el hotel con frecuencia, preocupado por la posibilidad de que fuera ocupado ilegalmente. En su última visita, se encontró con un okupa que, al ser sorprendido, huyó dejando atrás pertenencias personales. Sin embargo, lo más alarmante fue el robo de su vehículo, un Opel Astra, que contenía la llave de repuesto en el hotel. Desde entonces, no se ha logrado localizar el coche, lo que ha intensificado la búsqueda del empresario.
El principal sospechoso, Antonio C. B., tiene un historial criminal que incluye una condena por el asesinato de un joven en un pub. Enrique había tenido encuentros previos con Antonio, quien había trabajado para él como camarero y en tareas de mantenimiento. Estas interacciones han llevado a la familia de Enrique a sospechar que Antonio podría estar involucrado en su desaparición. La Guardia Civil ha encontrado sangre en el hotel y en el maletero de otro vehículo de la víctima, lo que sugiere que pudo haber ocurrido un altercado violento.
Los investigadores han estado trabajando arduamente para reconstruir los eventos que llevaron a la desaparición de Enrique. La última vez que se tuvo contacto con él fue el 27 de mayo, cuando habló por teléfono con una de sus hijas. Dos días después, el Volkswagen Golf de Enrique fue visto conduciendo de manera errática, lo que ha llevado a la policía a creer que el sospechoso podría haber estado al volante en ese momento. La familia de Enrique se ha mostrado preocupada y ha colaborado con las autoridades en la búsqueda de su ser querido.
La situación se complica aún más con la falta de pistas sobre el paradero de Antonio C. B. La Guardia Civil ha intentado localizarlo sin éxito, lo que ha incrementado las sospechas sobre su posible implicación en la desaparición de Enrique. La sangre encontrada en el hotel y en el coche de la víctima está siendo analizada para determinar si pertenece a Enrique o al sospechoso, lo que podría proporcionar información crucial para el caso.
La comunidad de Bocairent se encuentra en estado de alerta ante esta situación. La desaparición de un empresario respetado ha generado preocupación y ha llevado a muchos a cuestionar la seguridad en la zona. Las autoridades han intensificado la vigilancia y han instado a los ciudadanos a estar atentos a cualquier información que pueda ayudar en la investigación.
El hotel rural San Isidro, que alguna vez fue un lugar de descanso y turismo, ahora se ha convertido en el epicentro de un misterio que ha capturado la atención de la prensa y de la comunidad. La historia de Enrique G. P. es un recordatorio de que detrás de cada desaparición hay una familia que sufre y una comunidad que busca respuestas. A medida que avanza la investigación, se espera que se revelen más detalles sobre lo que realmente sucedió en el hotel y el destino de Enrique.
La Guardia Civil continúa trabajando en el caso, y la búsqueda de Enrique sigue activa. La familia ha hecho un llamado a la comunidad para que se mantenga alerta y colabore con cualquier información que pueda ser útil. La esperanza de encontrar a Enrique con vida se mantiene, aunque las circunstancias son cada vez más preocupantes. La historia de este empresario desaparecido es un recordatorio de los peligros que pueden acechar incluso en los lugares más tranquilos y de la importancia de la vigilancia y la seguridad en nuestras comunidades.