La presidenta de Navarra, María Chivite, ha reafirmado su compromiso con el cargo que ocupa, a pesar de las recientes controversias relacionadas con el ‘caso Cerdán’. En una comparecencia ante los medios, Chivite aseguró que no existen motivos que justifiquen su dimisión, enfatizando la limpieza y la honorabilidad tanto del Gobierno de Navarra como del Partido Socialista de Navarra (PSN).
Chivite hizo estas declaraciones el jueves, tras la renuncia del vicesecretario general del PSN, Ramón Alzórriz, quien se vio envuelto en el escándalo debido a su relación con Santos Cerdán, un empresario señalado en las investigaciones. La presidenta defendió la integridad de su administración, afirmando que no hay indicios de ilegalidad en las adjudicaciones relacionadas con el caso. «No hay ningún informe jurídico, de auditoría, o informaciones judiciales que apunten a ninguna ilegalidad cometida en ninguna adjudicación», subrayó Chivite, quien también anunció que el PSN celebrará una reunión ejecutiva para elegir un nuevo portavoz parlamentario.
### Contexto del ‘Caso Cerdán’
El ‘caso Cerdán’ ha generado un gran revuelo en la política navarra. Santos Cerdán, quien es señalado como propietario del 45% de la empresa Servinabar, ha sido objeto de investigaciones por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Esta empresa fue adjudicataria de las obras de los túneles de Belate, lo que ha suscitado dudas sobre la transparencia de los procesos de contratación pública en la región.
La situación se complicó aún más cuando se reveló que la pareja de Alzórriz había trabajado en Servinabar, lo que llevó a cuestionar la ética de su posición dentro del PSN. Chivite, al abordar este tema, defendió a Alzórriz, afirmando que «no ha cometido ningún delito» y que su error fue no comunicar información relevante sobre su pareja. La presidenta insistió en que el PSN actuará con responsabilidad y que el Gobierno foral se personará en la causa como posible parte perjudicada.
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, también se pronunció sobre la situación, apoyando la gestión de Chivite y afirmando que el PSOE actúa cuando hay indicios de irregularidades. Esta declaración refuerza la postura del Gobierno de Navarra en un momento crítico, donde la confianza pública es esencial para la estabilidad política.
### Reacciones y Consecuencias Políticas
La decisión de Chivite de no dimitir ha generado diversas reacciones en el ámbito político. Algunos miembros de la oposición han criticado su postura, argumentando que la falta de transparencia en el caso podría afectar la credibilidad del Gobierno. Sin embargo, otros han respaldado su decisión, destacando la importancia de mantener la estabilidad en un momento en que el Gobierno necesita centrarse en la aprobación de los presupuestos.
La situación también ha puesto de relieve la necesidad de una mayor regulación y supervisión en los procesos de contratación pública en Navarra. La controversia ha llevado a un debate más amplio sobre la ética en la política y la responsabilidad de los funcionarios públicos. En este contexto, se espera que el PSN tome medidas para restaurar la confianza de los ciudadanos en su gestión, lo que podría incluir reformas en la forma en que se manejan las adjudicaciones y la transparencia en la comunicación de posibles conflictos de interés.
A medida que el caso avanza, la atención se centrará en cómo el PSN y el Gobierno de Navarra manejarán las repercusiones políticas y la percepción pública. La capacidad de Chivite para navegar esta crisis podría definir su legado y el futuro del partido en la región. La presidenta ha dejado claro que su prioridad es continuar con la labor de gobierno y asegurar que los intereses de los ciudadanos de Navarra estén en el centro de su gestión.