La industria de defensa en España se encuentra en un momento crucial, según José Vicente de los Mozos, CEO de Indra. Durante su participación en el I Foro Prensa Ibérica por la Paz y la Seguridad en Europa, De los Mozos destacó que el país tiene ante sí una «oportunidad de oro» para crear un ecosistema industrial robusto en el sector de defensa. Esta afirmación se enmarca en el contexto de la reciente inversión pública de 10.471 millones de euros anunciada por el Gobierno, destinada a alcanzar el 2% del PIB en gasto de defensa.
### La Inversión Pública y su Impacto en la Industria
La inversión pública en defensa es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente en el contexto de la creciente inestabilidad geopolítica en Europa. De los Mozos enfatizó que esta inyección de capital es una oportunidad sin precedentes para la industria española, que debe ser aprovechada de manera efectiva. «Vamos a gastarlo bien; es muy importante invertir en las capacidades industriales que este país necesita», subrayó.
El CEO de Indra también hizo hincapié en la necesidad de que la industria española se una para maximizar el uso de estas inversiones. La creación de un ecosistema de defensa implica no solo la colaboración entre empresas del sector, sino también una estrecha relación entre el sector público y privado. De los Mozos afirmó que «lo público y lo privado deben trabajar de la mano» para desarrollar capacidades que respondan a las necesidades de las Fuerzas Armadas.
La importancia de esta colaboración se hace evidente al considerar que la industria de defensa no solo se limita a la fabricación de armamento, sino que abarca un amplio espectro de tecnologías y servicios. Desde sistemas de comunicación hasta vehículos blindados, la capacidad de innovación y adaptación de la industria española será crucial para aprovechar esta inversión.
### La Autonomía Europea en Defensa
En su discurso, De los Mozos también abordó la necesidad de que Europa desarrolle su propia autonomía en materia de defensa. «Autonomía es sinónimo de soberanía», afirmó, explicando que esto implica tener la capacidad de tomar decisiones sin depender de otros. En un mundo donde la seguridad está cada vez más ligada a la democracia, la autonomía en defensa se convierte en un pilar fundamental para la estabilidad de la región.
La visión de De los Mozos se alinea con la creciente preocupación en Europa sobre la dependencia de proveedores externos para la defensa. La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la necesidad de que los países europeos fortalezcan sus capacidades defensivas y desarrollen tecnologías propias. En este sentido, la industria española tiene un papel clave que desempeñar, no solo en la producción de armamento, sino también en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Indra, como líder en el sector tecnológico de defensa, está bien posicionada para contribuir a este objetivo. La compañía ha estado trabajando en diversas áreas, desde vehículos de tierra hasta sistemas de defensa cibernética, lo que le permite ofrecer soluciones integrales que abarcan todos los dominios de la defensa. De los Mozos mencionó que la empresa está enfocada en «transversalizar todas las capacidades digitales» que posee, lo que podría ser un factor decisivo en la creación de un ecosistema de defensa más eficiente y efectivo.
Además, la experiencia de Indra en la integración de sistemas en plataformas como el Eurofighter y el proyecto de caza europeo de sexta generación (FCAS) demuestra su capacidad para liderar en el ámbito de la defensa aérea. La colaboración con otras empresas, como Navantia en el sector naval, también es un ejemplo de cómo la industria puede unirse para fortalecer la defensa nacional.
La defensa del ciberespacio es otro ámbito en el que Indra está invirtiendo recursos significativos. La plataforma IndraMind, diseñada para mejorar la prevención de la seguridad, es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para enfrentar los desafíos modernos en el ámbito de la defensa. La creciente amenaza de ataques cibernéticos hace que esta área sea cada vez más relevante, y España necesita desarrollar su propio «escudo antiaéreo» para protegerse de estas amenazas.
En resumen, la industria de defensa en España se encuentra en un punto de inflexión. Con la inversión pública y la necesidad de autonomía en defensa, el país tiene la oportunidad de convertirse en un líder en el sector. La colaboración entre el sector público y privado, junto con la innovación tecnológica, será fundamental para aprovechar esta oportunidad y garantizar la seguridad y soberanía de España en el futuro.