En un reciente episodio que ha generado controversia en la política valenciana, operarios de las Corts han cubierto las ventanas de las oficinas del grupo parlamentario Compromís, donde se exhibían carteles que pedían la dimisión del president Carlos Mazón. Esta acción ha sido calificada por la coalición como un acto de censura, lo que ha desatado un intenso debate sobre la libertad de expresión y el uso del espacio público en el ámbito político.
La situación se ha desarrollado en la calle de la Libertad, donde los carteles que exigían la dimisión de Mazón, en respuesta a su gestión durante la reciente dana, fueron ocultados por vinilos rojos. Joan Baldoví, síndic de Compromís, ha denunciado esta medida como un ataque a la libertad de expresión, argumentando que el gobierno del PP y Vox no tolera las críticas y busca silenciar las voces disidentes.
### La Justificación del Gobierno
Desde el equipo de la presidenta de las Corts, Llanos Massó, se ha defendido la acción argumentando que Compromís había incumplido el reglamento del parlamento. Según la Mesa de las Corts, los carteles en cuestión no podían ser exhibidos en un espacio que consideran común, ya que la normativa prohíbe la utilización de fachadas interiores o exteriores para propaganda que no sea de carácter institucional.
Massó y su equipo han afirmado que se habían realizado advertencias previas a la coalición, tanto de forma verbal como escrita, antes de tomar la decisión de cubrir las ventanas. Sin embargo, Baldoví ha respondido que el interior de las ventanas no puede considerarse un espacio común y que la acción de cubrirlas ha dejado a su grupo parlamentario sin luz natural, lo que vulnera las normativas de salud laboral que exigen espacios de trabajo con acceso a luz natural.
La controversia ha puesto de manifiesto las tensiones políticas en la Comunidad Valenciana, donde la coalición Compromís ha criticado duramente al gobierno por lo que consideran un uso autoritario del poder. Baldoví ha señalado que el 90% de la población valenciana apoya la dimisión de Mazón, lo que refuerza su argumento de que la censura no solo es un ataque a su grupo, sino a la voluntad del pueblo.
### Reacciones y Consecuencias
La decisión de cubrir las ventanas ha generado reacciones tanto dentro como fuera del parlamento. Los miembros de Compromís han expresado su indignación y han anunciado que presentarán un escrito a la Mesa de las Corts para identificar a los responsables de esta medida y defender su derecho a la libertad de expresión. La coalición ha enfatizado que su intención es representar a la mayoría de los valencianos que desean un cambio en la presidencia del gobierno.
Por otro lado, la acción del gobierno ha sido vista por muchos como un intento de silenciar las críticas y desviar la atención de la gestión de Mazón durante la crisis de la dana, que resultó en la trágica pérdida de vidas. La controversia ha llevado a un debate más amplio sobre la libertad de expresión en el ámbito político y la responsabilidad de los líderes en la gestión de crisis.
La situación también ha puesto en evidencia la polarización política en la Comunidad Valenciana, donde las tensiones entre los partidos de izquierda y derecha son palpables. La respuesta de Compromís a esta acción ha sido clara: no se dejarán silenciar y continuarán luchando por lo que consideran un derecho fundamental en una democracia: la libertad de expresión.
En este contexto, la acción de cubrir las ventanas de las oficinas de Compromís podría tener repercusiones a largo plazo en la política valenciana. La coalición ha prometido seguir adelante con su campaña de denuncia y ha instado a la ciudadanía a mantenerse alerta ante cualquier intento de censura.
La controversia también ha atraído la atención de diversos sectores de la sociedad, que han comenzado a cuestionar el papel de los partidos en el gobierno y su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será interesante observar cómo se desarrollan las dinámicas políticas en la Comunidad Valenciana y si esta situación servirá como catalizador para un cambio en la forma en que se gestionan las críticas y la oposición en el ámbito político.