La reciente reapertura del puente de Alaquàs ha estado marcada por una intensa protesta que ha captado la atención de la comunidad local. Varias familias de las víctimas de la dana, junto con vecinos de Torrent, se concentraron en el evento programado para la mañana del 21 de agosto de 2025. A pesar de la ausencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, los manifestantes no dudaron en expresar su descontento, coreando consignas como «Mazón a prisión» y «asesino». La situación se tornó tensa, impidiendo que se llevara a cabo la explicación de las obras de rehabilitación del puente, un emblemático Bien de Relevancia Local que data del siglo XIX.
La protesta, que se desarrolló de manera espontánea, se convirtió en un acto de reivindicación por parte de aquellos que han sufrido las consecuencias de la gestión de la dana. Los asistentes, muchos de ellos familiares de las víctimas mortales, denunciaron la falta de empatía y acción por parte de las autoridades. Una de las vecinas presentes en la manifestación expresó su indignación, afirmando que era «una vergüenza que estén haciendo estos actos y no estén en el lado de la gente». Este sentimiento de traición hacia los representantes locales fue palpable, ya que los manifestantes exigían que los políticos se unieran a su causa.
La situación se complicó aún más cuando los manifestantes, en un acto de desafío, decidieron caminar detrás de los políticos presentes, gritando acusaciones de complicidad. La Policía Local tuvo que intervenir para trasladar la protesta a las aceras, ya que los coches que intentaban cruzar el puente se veían atrapados en medio de la manifestación. A pesar de los intentos de las autoridades por controlar la situación, los gritos de «Mazón dimisión» resonaron en el aire, reflejando el profundo descontento de la comunidad.
El puente de Alaquàs, que conecta Torrent con esta localidad, ha sido un símbolo de la lucha por la justicia en la región. La reapertura del puente, que se había retrasado debido a las obras de reconstrucción tras los daños causados por la dana, se convirtió en un escenario de confrontación entre los ciudadanos y sus representantes. La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, y la alcaldesa accidental de Alaquàs, Sandra Conde, estuvieron presentes en el acto, pero su presencia no fue suficiente para calmar los ánimos de los manifestantes.
La ira de los asistentes se centró en la figura de Mazón, a quien acusaron de negligencia durante la crisis provocada por la dana. Los familiares de las víctimas no dudaron en recordar que, mientras sus seres queridos perdían la vida, el presidente estaba disfrutando de un almuerzo en otro lugar. Esta acusación resonó con fuerza entre los presentes, quienes prometieron no cesar en su lucha hasta que se hiciera justicia.
La protesta no solo fue un grito de dolor por las pérdidas sufridas, sino también un llamado a la acción para que las autoridades asuman su responsabilidad. La comunidad se siente traicionada y abandonada, y la reapertura del puente se convirtió en un símbolo de la lucha por la verdad y la justicia. Los manifestantes dejaron claro que no se detendrán hasta que sus demandas sean escuchadas y atendidas.
La situación en la Comunitat Valenciana es tensa, y este tipo de protestas refleja un descontento creciente entre la población. La gestión de crisis por parte de las autoridades ha sido cuestionada en múltiples ocasiones, y la falta de respuestas adecuadas ha llevado a un clima de desconfianza. Las familias de las víctimas de la dana han encontrado en la protesta una forma de visibilizar su dolor y exigir rendición de cuentas.
El puente de Alaquàs, más que una simple estructura de conexión, se ha convertido en un símbolo de resistencia y lucha por la justicia. La comunidad ha demostrado que está dispuesta a alzar la voz y a no permitir que sus demandas sean ignoradas. La reapertura del puente, lejos de ser un evento de celebración, se transformó en un recordatorio de las heridas aún abiertas y de la necesidad de un cambio en la gestión de las crisis en la región. La historia de esta protesta es un reflejo de la lucha de una comunidad que busca justicia y reconocimiento en medio de la adversidad.