La siniestralidad laboral en España ha alcanzado cifras alarmantes en el primer semestre de 2025, con un total de 363 muertes, lo que representa un incremento de tres fallecimientos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este preocupante balance, publicado por el Ministerio de Trabajo, pone de manifiesto la necesidad urgente de revisar y actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que se encuentra vigente desde 1995. La situación actual ha generado un fuerte descontento entre los sindicatos, quienes critican la falta de acción del Gobierno en la reforma de esta normativa crucial.
**Estadísticas de Accidentes Laborales y Perfil de las Víctimas**
De las 363 muertes registradas, 295 ocurrieron durante la jornada laboral, mientras que 68 se produjeron en desplazamientos hacia o desde el trabajo. Este último dato es especialmente alarmante, ya que muestra un aumento de siete muertes en comparación con el año anterior. La mayoría de las víctimas eran asalariados, con 334 fallecidos, mientras que 29 eran trabajadores autónomos.
Las causas de estos trágicos incidentes son variadas, pero los infartos y derrames cerebrales lideran la lista, con 126 muertes atribuidas a estas causas naturales. Otros accidentes mortales incluyen caídas (49), accidentes de tráfico (39) y aplastamientos o atrapamientos (39). En términos de sectores, el de servicios fue el más afectado, con 133 muertes, seguido por la construcción (87), la industria (48) y la agricultura (27). Además, es importante destacar que la siniestralidad laboral sigue teniendo un marcado sesgo de género, con 337 hombres y 26 mujeres entre las víctimas.
En cuanto a los accidentes laborales con baja médica, se notificaron 298.410 casos, lo que representa una disminución del 2,7 % en comparación con 2024. De estos, 256.071 ocurrieron durante la jornada laboral, siendo la mayoría de carácter leve. Los sectores más afectados por estos accidentes fueron la industria, la construcción y el comercio, con un notable número de casos relacionados con golpes y sobreesfuerzos físicos. Por otro lado, también se registraron 262.990 accidentes sin baja, lo que indica una tendencia a la baja del 3,8 % respecto al año anterior, aunque esto no mitiga la preocupación por las cifras de mortalidad.
**La Necesidad de una Reforma Urgente**
Ante este panorama desolador, los sindicatos UGT y CCOO han expresado su descontento por la falta de avances en la reforma de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El anteproyecto de reforma, que lleva más de un año y medio estancado en la mesa de diálogo social, busca adaptar la normativa a las nuevas realidades del trabajo, incluyendo emergencias climáticas, riesgos psicosociales, y la violencia y acoso laboral. Además, se propone la inclusión de la perspectiva de género y la actualización del catálogo de enfermedades profesionales.
Los sindicatos han subrayado la importancia de fortalecer la figura del delegado de prevención, especialmente en pequeñas y medianas empresas, donde a menudo no se realizan evaluaciones de riesgos ni se implementan las medidas preventivas necesarias. Según denuncias de los sindicatos, uno de cada tres accidentes del año pasado ocurrió en empresas que no habían realizado la evaluación de riesgos, lo que representa un incumplimiento grave de la legislación vigente.
La presión sobre el Ministerio de Trabajo ha aumentado, con los sindicatos instando a exigir mayores garantías a los servicios de prevención ajenos, responsables de evaluar los riesgos laborales. La falta de acción legislativa se ha convertido en un tema crítico, con afirmaciones de que «el estancamiento legislativo está costando vidas». Los representantes de CCOO han enfatizado que «no se puede seguir gestionando la salud laboral del siglo XXI con herramientas del siglo pasado», lo que resalta la urgencia de una reforma que aborde las realidades actuales del entorno laboral.
La situación actual de la siniestralidad laboral en España es un llamado a la acción. La necesidad de una reforma efectiva y la implementación de medidas preventivas son esenciales para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores. La falta de acción no solo pone en riesgo la vida de los trabajadores, sino que también refleja una falta de compromiso por parte de las autoridades para abordar un problema que afecta a miles de personas en el país. La reforma de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales no puede esperar más; es hora de actuar y proteger a quienes contribuyen al desarrollo económico y social de España.