La situación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) ha generado un intenso debate en la comunidad política y cultural de la Comunidad Valenciana. La formación política Ens Uneix, que forma parte del gobierno de la Diputación de València, ha tomado la iniciativa de colaborar con la AVL para mitigar el impacto de los recortes presupuestarios que ha implementado el Consell de Mazón, en un contexto donde la presión de Vox ha llevado a una reducción drástica de los fondos destinados a esta institución. Este artículo explora los detalles de este acuerdo y su importancia para la promoción del valenciano.
La Acadèmia Valenciana de la Llengua, como entidad normativa del valenciano, se enfrenta a un panorama complicado tras la reducción del 25% de su presupuesto, que ha pasado de 3,9 millones de euros en 2024 a 2,9 millones en 2025. De esta cantidad, 2,1 millones están destinados a las retribuciones del personal, dejando solo 815.000 euros para todas las actividades que la AVL lleva a cabo para fomentar el uso y la promoción de la lengua valenciana. Este recorte ha obligado a la institución a cancelar iniciativas importantes, como el Premi Carme Miquel, que reconocía propuestas de fomento del uso del valenciano en centros educativos. La reducción de fondos ha afectado también a los pagos a los académicos y a las actividades que la AVL organiza, lo que ha generado preocupación en el ámbito cultural.
En este contexto, la Diputación de València ha decidido intervenir. Ens Uneix ha liderado las conversaciones para establecer un protocolo de colaboración que permita a la Diputación financiar parte de las actividades de la AVL. Se estima que esta colaboración podría alcanzar los 200.000 euros para los años 2025 y 2026, destinados a actividades como la reimpresión de cómics para el público infantil y juvenil, y proyectos que busquen aumentar la presencia del valenciano en las artes escénicas. La idea es que la Diputación ejecute directamente estos trabajos, asegurando que no se interrumpan las iniciativas que la AVL no puede llevar a cabo debido a la falta de recursos.
Este acuerdo no solo representa un alivio financiero para la AVL, sino que también refleja un compromiso político con la defensa del valenciano. Tanto Ens Uneix como el PP de Vicent Mompó han manifestado su apoyo a la AVL, considerando la promoción del valenciano como una línea roja en su agenda política. La colaboración entre estas entidades es un paso significativo en un momento en que la lengua y la cultura valenciana están bajo amenaza debido a los recortes impuestos por el Consell, que han sido celebrados por Vox como un intento de “estrangular hasta la desaparición” a la institución normativa del valenciano.
La respuesta de la comunidad cultural a estos recortes ha sido contundente. Un manifiesto firmado por centenares de escritores e intelectuales valencianos ha alertado sobre el impacto negativo que estos ajustes presupuestarios tienen en el sector literario. La AVL juega un papel crucial en la difusión de la literatura en valenciano, y su debilitamiento podría tener consecuencias graves para la producción cultural en la región. Además, los convenios con ayuntamientos y universidades para la promoción de la lengua y la coedición de obras clásicas también están en riesgo, lo que podría limitar aún más las oportunidades para los autores contemporáneos que escriben en valenciano.
La primera reunión entre la Diputación y la AVL tuvo lugar en abril, tras la presentación del proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2025. Desde entonces, se ha trabajado en la creación de un marco que permita a la Diputación compensar, al menos en parte, los recortes que afectan a la AVL. Este esfuerzo es especialmente relevante en un contexto donde la lengua valenciana se ha convertido en un símbolo de identidad política para muchos, y donde la defensa del valenciano es vista como una prioridad por parte de ciertos sectores de la política local.
La colaboración entre Ens Uneix y la AVL es un ejemplo de cómo las instituciones pueden trabajar juntas para proteger y promover la cultura y la lengua de una comunidad. A medida que se avanza en la formalización de este acuerdo, se espera que se presenten más detalles en los próximos meses, lo que podría marcar un cambio significativo en la forma en que se financian y apoyan las actividades culturales en la Comunidad Valenciana. La defensa del valenciano no solo es una cuestión de identidad cultural, sino también de justicia social, ya que el acceso a la lengua y la cultura es fundamental para el desarrollo de una sociedad inclusiva y diversa.