La reciente crisis provocada por incendios forestales en el noroeste de España ha desatado un intenso debate político, recordando a la situación vivida tras la devastadora dana del 29 de octubre. En ambos casos, la respuesta de las administraciones y la gestión de la crisis han sido objeto de críticas y controversias, revelando similitudes y diferencias significativas en la forma en que se han manejado estas emergencias.
La tormenta política que ha seguido a la dana ha dejado una huella profunda en la Comunidad Valenciana, y ahora se observa un patrón similar en Castilla y León, Galicia y Extremadura, donde los incendios han causado estragos. La crispación social y política se ha intensificado, y las acusaciones entre el Gobierno central y las comunidades autónomas han resurgido con fuerza. En este contexto, el papel del Partido Popular (PP) y su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha sido crucial, ya que ha marcado la pauta de la oposición y ha elevado el tono de las críticas hacia el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
### La Emergencia Nacional: Un Debate Político
Una de las principales diferencias entre la gestión de la dana y la de los incendios ha sido la postura del PP respecto a la declaración de emergencia nacional. Tras la dana, Feijóo fue contundente en su demanda de que el Gobierno central asumiera el mando único de la crisis, argumentando que la situación lo requería. Sin embargo, en el caso de los incendios, su retórica ha cambiado. Aunque ha calificado la situación de «crisis nacional», no ha exigido la activación de la misma figura legal que solicitó en octubre. Este cambio de enfoque ha generado confusión y críticas, especialmente considerando que los incendios afectan a varias comunidades, al igual que la dana.
La falta de una respuesta clara por parte de Feijóo ha llevado a cuestionamientos sobre su coherencia política. Mientras que en el pasado insistió en que no declarar la emergencia fue un error de su compañero Carlos Mazón, ahora parece evitar hacer lo mismo con los presidentes autonómicos de Castilla y León y Galicia. Esta aparente contradicción ha alimentado la narrativa de que el PP está utilizando la crisis para fines políticos, en lugar de centrarse en la gestión efectiva de la emergencia.
### La Batalla del Relato: Comunicación y Responsabilidad
Otro aspecto que ha emergido en ambas crisis es la batalla del relato entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Tanto en la dana como en los incendios, los presidentes autonómicos del PP han acusado al Gobierno de Sánchez de ser lento en movilizar los recursos necesarios para hacer frente a la emergencia. Sin embargo, desde Moncloa se ha respondido que las comunidades deben ser proactivas en la gestión de emergencias, y que la falta de previsión ha sido un factor clave en la crisis.
Las críticas han ido acompañadas de un flujo constante de información que sugiere que, a pesar de las quejas, las comunidades del PP no han utilizado todos los recursos disponibles. Esto ha llevado a una guerra mediática, donde la información se ha manipulado y se han lanzado acusaciones mutuas. En este sentido, la figura de la jueza Nuria Ruiz Tobarra, que investiga la gestión de la dana, ha cobrado relevancia, ya que sus decisiones han puesto de manifiesto la responsabilidad de las administraciones autonómicas en la gestión de emergencias.
La situación se complica aún más con la aparición de la Fiscalía, que ha comenzado a investigar la posible falta de planes de prevención en los municipios afectados por los incendios. Esto podría abrir un nuevo frente judicial que afecte a la gestión política de la crisis, similar a lo que ocurrió tras la dana.
En resumen, la gestión de las emergencias en España ha revelado no solo la fragilidad de las estructuras de respuesta ante desastres naturales, sino también la complejidad de la política en tiempos de crisis. Las similitudes en la respuesta a la dana y a los incendios, así como las diferencias en la retórica y las acciones del PP, subrayan la necesidad de una reflexión profunda sobre cómo se manejan estas situaciones y la importancia de la cooperación entre administraciones para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.