Las oposiciones docentes de 2025 en València han generado una gran controversia y descontento entre los aspirantes y los miembros de los tribunales. Con más de 18,000 opositores presentándose para cubrir 1,607 plazas, el resultado ha sido calificado como un verdadero desastre. Las quejas se centran en la baja calidad de las pruebas, donde se han reportado numerosos ceros debido a faltas de ortografía, lo que ha dejado a muchos aspirantes sin la posibilidad de alcanzar la media necesaria para continuar en el proceso.
La situación ha sido tan alarmante que los tribunales de corrección han expresado su asombro ante la cantidad de errores ortográficos en los exámenes. Una correctora de Inglés comentó que «hay muchísimos ceros por faltas de ortografía», lo que ha llevado a la expectativa de un aluvión de reclamaciones por parte de los opositores. En algunos tribunales, como el de Inglés, solo 5 de 60 aspirantes lograron aprobar, lo que refleja una tendencia preocupante en la calidad de los futuros educadores.
### La Baja Calidad de los Aspirantes
Los miembros de los tribunales han señalado que el nivel de los opositores ha disminuido drásticamente en comparación con años anteriores. Muchos de los aspirantes son jóvenes recién graduados que no están familiarizados con el proceso de oposición y, por lo tanto, no comprenden la importancia de una buena redacción y ortografía. Una correctora mencionó que «no puede ser que los futuros formadores de estudiantes escriban con faltas de ortografía. No es de recibo». Este comentario resalta la preocupación sobre la calidad de la educación que recibirán los estudiantes si quienes deben enseñarlos no dominan las habilidades básicas de escritura.
Además, se ha observado que la presión del proceso de oposición ha afectado a los aspirantes, quienes han invertido horas de estudio y sacrificios personales para prepararse. Sin embargo, muchos se sienten frustrados por lo que consideran criterios de corrección poco claros y arbitrarios. Una opositora expresó que «todos sabemos lo que implica preparar oposiciones: horas y horas de estudio, sacrificios personales, económicos y emocionales. Y todo para topar con unos criterios de corrección que no entendemos». Esta falta de claridad ha contribuido a la percepción de que el proceso es más una criba arbitraria que una evaluación objetiva.
### Protestas y Descontento entre los Tribunales
La situación no solo ha afectado a los opositores, sino también a los tribunales encargados de corregir los exámenes. Antes de las pruebas, los miembros de los tribunales ya habían comenzado a protestar y amenazaron con una huelga debido a las condiciones laborales y la fecha elegida para las oposiciones, que coincidía con el final del curso escolar. Esto significó que los correctores debían evaluar simultáneamente los exámenes de sus propios estudiantes y los de los opositores, lo que generó una carga adicional.
A pesar de las dificultades, la Conselleria de Educación ha mantenido su compromiso de llevar a cabo las oposiciones, lo que ha llevado a una situación de tensión entre los opositores y los miembros de los tribunales. La correctora mencionó que «el nivel es muy bajo y nos preocupa que se presente un aluvión de alegaciones», lo que podría complicar aún más el proceso. La recomendación para los opositores es que revisen sus rúbricas para entender los errores cometidos, pero muchos se sienten desalentados ante la posibilidad de que sus esfuerzos no sean reconocidos.
La crisis en las oposiciones docentes de València ha puesto de manifiesto la necesidad de una revisión profunda del proceso de selección y evaluación de los futuros educadores. Con un número significativo de plazas que podrían quedar vacantes debido a los bajos resultados, es imperativo que se tomen medidas para garantizar que los aspirantes estén adecuadamente preparados para asumir el rol de educadores en el sistema público. La calidad de la educación en València podría verse comprometida si no se abordan estos problemas de manera efectiva y urgente.