La situación financiera de las farmacias en la Comunitat Valenciana se ha vuelto crítica tras el anuncio de la Generalitat Valenciana de no abonar el importe de los medicamentos dispensados en mayo. Esta decisión, comunicada por el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha dejado a los farmacéuticos en una situación de incertidumbre y ansiedad, especialmente en las zonas rurales donde la dependencia de las recetas es alta.
### La Deuda que Afecta a las Farmacias
La deuda acumulada por la Generalitat con las farmacias asciende a aproximadamente 160 millones de euros. En la provincia de Valencia, el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos (Micof) estima que la deuda se sitúa en 80 millones de euros, lo que representa una media de 64.412 euros por cada una de las 2.348 farmacias de la autonomía. Este impago ha generado una gran preocupación entre los farmacéuticos, quienes se enfrentan a la posibilidad de no recibir ingresos durante un mes, lo que podría llevar a muchas farmacias a la quiebra.
Los farmacéuticos de localidades rurales, donde las ventas de productos sin receta son significativamente menores, dependen en gran medida de los pagos de la administración. Para muchos de ellos, la dispensación de recetas puede representar hasta el 90% de su facturación. La titular de una farmacia en Cofrentes, que ya vivió una situación similar en 2012, ha expresado su temor a repetir la experiencia de la quiebra, afirmando que actualmente está hipotecada y vive con ansiedad ante la incertidumbre financiera.
La situación es aún más alarmante considerando que muchas farmacias han anticipado el costo de los medicamentos que ya han dispensado. Una farmacéutica de València ha comentado que si no reciben el pago, será como si hubieran regalado los fármacos a sus clientes. A pesar de estar en un entorno urbano, su farmacia no cuenta con un colchón financiero suficiente para soportar un mes sin ingresos, lo que la ha llevado a buscar opciones de refinanciamiento, aunque esto implique asumir más deudas y pagar intereses adicionales.
### La Respuesta de la Administración
La Generalitat ha justificado su decisión de no pagar a las farmacias alegando una falta de liquidez, que se debe a la espera de transferencias del Gobierno central correspondientes al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) extraordinario. Este fondo, que asciende a 1.900 millones de euros, es crucial para que la administración autonómica pueda cumplir con sus obligaciones financieras. Sin embargo, la situación ha generado un clima de desconfianza entre los farmacéuticos, quienes sienten que están siendo utilizados como un recurso financiero para la administración.
La crítica hacia la gestión de la Generalitat se ha intensificado, especialmente cuando se observa que el Gobierno ha continuado realizando pagos, como la paga extraordinaria a los funcionarios y el bono de viaje a la población afectada por la dana. Los farmacéuticos se sienten atrapados en una guerra política entre la Generalitat y el Gobierno central, lo que les deja en una posición vulnerable y sin soluciones inmediatas.
El conseller de Sanidad ha afirmado que están buscando formas de agilizar los trámites para que las farmacias puedan recibir el pago de los intereses generados por los créditos que han tenido que solicitar debido a los impagos. Sin embargo, muchos farmacéuticos consideran que esta solución es insuficiente y que la administración debería asumir la responsabilidad de sus deudas de manera más efectiva.
La situación actual recuerda a la crisis de 2012, cuando las farmacias también se vieron obligadas a convocar huelgas debido a los impagos. En aquel entonces, la situación se volvió insostenible, y el seguimiento de la huelga fue del 98,3% en la provincia de Valencia. Aunque la administración actual ha calificado la situación como un problema puntual, los farmacéuticos temen que se repita la historia y que su sector vuelva a ser el más afectado por las decisiones políticas.
La falta de soluciones inmediatas y efectivas ha llevado a un clima de pesimismo entre los farmacéuticos, quienes sienten que están siendo los primeros en sufrir las consecuencias de la crisis financiera de la Generalitat. La percepción de que son considerados como un recurso fácil para la administración ha generado un sentimiento de frustración y desamparo en un sector que, a pesar de ser esencial para la salud pública, se encuentra en una situación precaria.
A medida que la crisis se desarrolla, los farmacéuticos de la Comunitat Valenciana continúan luchando por su supervivencia, esperando que la administración tome medidas efectivas para resolver esta situación crítica y garantizar que puedan seguir ofreciendo sus servicios a la población sin temor a la quiebra.