La reciente presentación del Plan Endavant por parte del president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha puesto de manifiesto la creciente tensión entre el Consell y el Gobierno central en el contexto de la reconstrucción de Valencia tras la devastadora dana del 29 de octubre. Este plan, que busca no solo reparar los daños causados por la catástrofe, sino también prevenir futuros desastres, ha sido recibido con escepticismo por parte de varios actores políticos y sociales. La falta de diálogo y la ausencia de representantes clave en la presentación del plan han generado críticas y dudas sobre su viabilidad.
Un Plan Sin Consenso
El Plan Endavant, que se presenta como un esfuerzo colectivo para la reconstrucción de la provincia de Valencia, ha sido criticado por su falta de concreción y por no incluir a todos los actores relevantes en su desarrollo. Durante la presentación, se notó la ausencia de representantes del Gobierno central, así como de alcaldes y asociaciones de víctimas, lo que llevó a algunos asistentes a calificar el evento como un «power point muy caro». Esta falta de inclusión ha alimentado la percepción de que el plan podría carecer de la legitimidad y el apoyo necesarios para su implementación efectiva.
El vicepresidente Gan Pampols, quien también participó en la presentación, destacó que el plan requiere de una colaboración estrecha con el Gobierno central, dado que una parte significativa de las medidas propuestas depende de competencias estatales. De las 339 actuaciones planteadas, 21 son de competencia exclusiva del Estado, y 33 son compartidas. Esto significa que el éxito del Plan Endavant está intrínsecamente ligado a la disposición del Gobierno central para colaborar y financiar las iniciativas necesarias. Sin embargo, la falta de comunicación y coordinación entre ambas administraciones ha generado un clima de desconfianza y escepticismo.
La Generalitat ha solicitado la creación de una «empresa mixta» para llevar a cabo las inversiones necesarias, lo que ha sido recibido con sorpresa por parte del Gobierno central. Desde el Ministerio de Transición Ecológica, se ha señalado que muchas de las obras necesarias ya están en marcha y que las decisiones sobre las mismas deben tomarse en el marco de las competencias estatales. Esta situación pone de relieve la complejidad de la gestión de emergencias y la necesidad de un enfoque más colaborativo entre las distintas administraciones.
Críticas desde el PSPV
El Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) ha sido uno de los críticos más vocales del Plan Endavant. Sus representantes han expresado su frustración por la falta de claridad y la aparente falta de responsabilidad del Consell en la gestión de la crisis. El síndic José Muñoz ha señalado que el plan, que ha costado 2 millones de euros, no ha sido presentado de manera adecuada y que la solución propuesta por Mazón parece depender de la creación de nuevas estructuras en lugar de abordar los problemas existentes de manera efectiva.
Además, Muñoz ha criticado la contradicción entre las declaraciones del Consell sobre la necesidad de infraestructuras seguras y la aprobación de un plan que permite la construcción en zonas inundables. Esta falta de coherencia ha llevado a muchos a cuestionar la seriedad del compromiso del Consell con la prevención de futuras catástrofes.
El Contexto de la Reconstrucción
La reconstrucción de Valencia tras la dana no solo implica reparar infraestructuras dañadas, sino también establecer un marco de prevención que minimice el riesgo de futuros desastres. En este sentido, el Gobierno central ha puesto en marcha un plan estatal de 530 millones de euros que incluye obras hidráulicas y medidas de adaptación a la legislación de riesgo de inundación. Este plan, que está actualmente en consulta pública, busca abordar de manera integral los problemas de inundaciones en la región.
Sin embargo, la falta de un diálogo efectivo entre la Generalitat y el Gobierno central ha llevado a una situación en la que ambos planes parecen desarrollarse de manera paralela, sin una coordinación adecuada. La creación de mesas de trabajo y foros de discusión es esencial para garantizar que las necesidades de la población afectada sean atendidas de manera efectiva y que se eviten duplicidades en los esfuerzos de reconstrucción.
La situación actual en Valencia es un reflejo de la complejidad de la gestión de emergencias en un contexto político fragmentado. La falta de consenso y la ausencia de un enfoque colaborativo entre las distintas administraciones pueden poner en riesgo no solo la efectividad del Plan Endavant, sino también la seguridad y bienestar de los ciudadanos valencianos. La reconstrucción de Valencia es un desafío que requiere un compromiso conjunto y una visión compartida para garantizar un futuro más seguro y resiliente para todos.