El vicepresidente Gan Pampols ha estado en el centro de la atención pública debido a su papel en la implementación del plan Endavant, un ambicioso proyecto de reconstrucción en la Comunidad Valenciana tras los desastres naturales recientes. En una reciente entrevista, Pampols compartió su visión sobre los retos que enfrenta el plan y la importancia de la coordinación entre diferentes niveles de gobierno.
### La Importancia de un Plan Efectivo
El despacho de Gan Pampols, ubicado en el antiguo hospital de la Cigueña, refleja su enfoque metódico y estratégico. Con un mapa de las comarcas valencianas frente a él, Pampols se muestra como un líder que busca no solo la recuperación, sino también la anticipación ante futuros desastres. El plan Endavant no es solo una respuesta a la crisis actual, sino un intento de establecer un marco que permita a la Comunidad Valenciana ser más resiliente frente a los desafíos climáticos.
Pampols enfatiza que un plan de acción debe ser flexible y capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes. Cita a Moltke, un mariscal prusiano, para ilustrar que ningún plan sobrevive al primer contacto con la realidad. Sin embargo, también subraya que la falta de un plan puede llevar a la inacción, lo que resulta inaceptable en situaciones de emergencia.
Uno de los puntos críticos que se discuten es la necesidad de garantizar que el plan de reconstrucción cuente con el apoyo y la colaboración de la Generalitat. Pampols expresa su confianza en que se cumplirán los compromisos, a pesar de las tensiones políticas que puedan surgir. La clave, según él, radica en la capacidad de los diferentes actores políticos para trabajar juntos en beneficio de la ciudadanía, independientemente de sus diferencias ideológicas.
### Desafíos en la Coordinación Interadministrativa
Uno de los aspectos más preocupantes que Pampols menciona es la falta de coordinación entre el Gobierno de España y la Generalitat. A pesar de que ambos niveles de gobierno deberían trabajar en conjunto para maximizar la eficacia del plan, existen diferencias que complican esta colaboración. Pampols sugiere que la creación de una Comisión Mixta podría haber sido una solución viable para facilitar la coordinación técnica y administrativa entre las distintas entidades involucradas.
La falta de recursos humanos también ha sido un obstáculo significativo. Pampols revela que, al solicitar voluntarios para apoyar en la reconstrucción, solo logró reclutar a un número muy limitado de técnicos, lo que lo llevó a contratar a una consultora privada. Esta situación ha generado críticas sobre la imagen del Estado y la capacidad de la administración pública para responder a emergencias. Sin embargo, Pampols defiende su decisión, argumentando que la escasez de personal capacitado en la función pública hizo necesaria la intervención de expertos externos.
El vicepresidente también aborda la gestión de la crisis del 29 de octubre, un evento catastrófico que dejó un saldo trágico. Reconoce que la anticipación y la prevención fueron deficientes, lo que contribuyó a la magnitud del desastre. Pampols sostiene que, si se hubieran implementado infraestructuras adecuadas y un sistema de alerta más efectivo, se podrían haber evitado muchas de las pérdidas humanas y materiales. La responsabilidad de la gestión de emergencias, según él, debe ser claramente diferenciada entre los responsables políticos y los técnicos especializados.
El plan de anticipación contra catástrofes que Pampols está desarrollando busca precisamente abordar estas deficiencias. Aunque no puede predecir el futuro, confía en que la ciencia y la tecnología pueden ayudar a prever y mitigar los efectos de fenómenos climáticos extremos. La relación entre la temperatura del mar y la intensidad de las precipitaciones es un factor que no se puede ignorar, y su plan busca establecer medidas proactivas para enfrentar estos desafíos.
Pampols también se muestra consciente del descontento de la ciudadanía respecto a la lentitud de la reconstrucción. Reconoce que la burocracia y la lentitud de las administraciones pueden generar desconfianza, y es un desafío que debe ser abordado con urgencia. La presión social está en aumento, y Pampols es consciente de que la percepción pública sobre la eficacia del gobierno puede influir en la estabilidad política.
En su visión, la reconstrucción no es solo una cuestión de infraestructura, sino también de restaurar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. Pampols se compromete a seguir trabajando en el plan Endavant y a mantener un diálogo abierto con las víctimas y damnificados, entendiendo su dolor y la necesidad de una respuesta rápida y efectiva.
El futuro del plan de reconstrucción en Valencia dependerá de la capacidad de los líderes políticos para superar sus diferencias y trabajar juntos en un objetivo común: garantizar la seguridad y el bienestar de la población frente a los desafíos climáticos y las emergencias naturales.