En un giro inesperado de los acontecimientos, la Guardia Civil ha logrado esclarecer un atentado que permanecía sin resolver desde hace casi dos décadas. El asesinato de Máximo Casado, un funcionario de la antigua prisión de Nanclares de la Oca, ha sido objeto de una investigación que ha revelado detalles sorprendentes sobre la estructura y funcionamiento de ETA, la organización terrorista que operó en España durante años. Este caso, que parecía condenado al olvido, ha cobrado vida gracias a la recuperación de documentos históricos y a la perseverancia de las fuerzas de seguridad.
### La Investigación que Cambió el Rumbo del Caso
El atentado, perpetrado el 22 de octubre de 2000, se había convertido en un misterio para las autoridades. Durante años, solo se había podido identificar a dos informantes de ETA, Zigor Bravo y Juan Carlos Subijana, quienes facilitaron información a los autores del crimen. Sin embargo, la clave para resolver el caso llegó en 2016, cuando el Grupo de Información de la Guardia Civil en Álava tuvo acceso a un archivo histórico de ETA, que había sido aprehendido en Francia en 2002. Este archivo contenía más de 40,000 folios, entre los cuales se encontraba una carta autocrítica de José Ignacio Guridi, un miembro del ‘comando Ttotto’, que operó en Álava entre 1999 y 2001.
La carta, conocida como ‘kantada’, revelaba detalles sobre el atentado y mencionaba a otros integrantes del comando, lo que llevó a los investigadores a abrir nuevas líneas de investigación. La pericial grafística confirmó que la letra era de Guridi, quien también había fabricado el artefacto explosivo utilizado en el atentado. Este descubrimiento fue crucial, ya que permitió identificar a los tres autores materiales del crimen y a quien había ordenado el asesinato: Francisco Javier García Gaztelu, conocido como ‘Txapote’.
La investigación se intensificó cuando la Audiencia Nacional reabrió el caso en marzo de 2017. Los investigadores se dieron cuenta de que los supuestos autores materiales del atentado ya se encontraban en prisión por otros crímenes relacionados con ETA. Esto facilitó las entrevistas y la recopilación de pruebas adicionales. A medida que avanzaba la investigación, se fueron desvelando detalles inquietantes sobre la mentalidad y la estructura de la organización terrorista.
### La Captura de ‘Txapote’ y el Impacto del Juicio
Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, es un nombre que evoca temor y respeto dentro del mundo de ETA. Capturado en 2001, ha sido considerado uno de los líderes más sanguinarios de la organización, responsable de numerosos atentados. Su captura fue un hito en la lucha contra el terrorismo en España, pero su historia no terminó ahí. En 2018, tras años de investigación, la Audiencia Nacional imputó a ‘Txapote’ y a otros tres etarras por el asesinato de Máximo Casado.
El juicio, que tuvo lugar en 2019, fue un momento decisivo para las víctimas y sus familias. La esposa de Casado, Conchi, había abandonado Euskadi tras la muerte de su marido, desesperanzada con las autoridades vascas. Sin embargo, su deseo de justicia se cumplió cuando pudo ver a los asesinos de su marido enfrentarse a la justicia. Cada uno de los cuatro etarras fue condenado a 33 años de prisión, un veredicto que, aunque tardío, trajo un rayo de esperanza a las víctimas del terrorismo.
El caso de Máximo Casado es un recordatorio de que la lucha contra el terrorismo no se detiene, incluso años después de que los crímenes hayan sido cometidos. La resolución de este caso no solo ha permitido cerrar una herida abierta en la sociedad vasca, sino que también ha puesto de manifiesto la importancia de la memoria histórica en la lucha contra el terrorismo. La recuperación de documentos y la perseverancia de las fuerzas de seguridad han sido fundamentales para esclarecer un crimen que parecía destinado a permanecer en la oscuridad.
La historia de ‘Txapote’ y su grupo es un reflejo de la complejidad del conflicto vasco y de la lucha contra ETA. A medida que se desvelan más detalles sobre la organización, se hace evidente que el camino hacia la justicia es largo y complicado. Sin embargo, cada avance en la investigación es un paso hacia la verdad y la reconciliación.
La resolución del asesinato de Máximo Casado es un hito en la historia reciente de España, un recordatorio de que la justicia puede tardar, pero finalmente llega. Las víctimas del terrorismo merecen ser escuchadas y recordadas, y este caso es un testimonio del poder de la verdad en la búsqueda de justicia.
