La reciente decisión del Ayuntamiento de València de denegar la licencia para la construcción de una macroresidencia de estudiantes en la calle Guatla ha generado un gran revuelo en la comunidad local. Este proyecto, que había sido impulsado por la promotora Inversiones Gran Valencia, había sido objeto de controversia desde su inicio, y la negativa del gobierno municipal actual marca un punto de inflexión en la planificación urbanística de la zona.
La historia de este proyecto se remonta a 2020, cuando la promotora presentó la solicitud de licencia. En ese momento, el gobierno progresista, formado por Compromís y PSPV, comenzó a tramitar la licencia tras la aprobación de un informe de compatibilidad urbanística. Sin embargo, la oposición vecinal fue contundente, lo que llevó a la administración anterior a dar marcha atrás y anunciar que no se llevaría a cabo la construcción del hotel en la antigua fábrica de hilaturas de Guatla. En su lugar, se propuso trasladar la edificabilidad a otros solares del entorno.
Con el cambio de gobierno y la llegada del Partido Popular al poder, la situación dio un giro inesperado. En julio de 2023, el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad la suspensión cautelar de la licencia, lo que significó un primer paso hacia la anulación definitiva del proyecto. El concejal de Urbanismo, Juan Giner, ha sido claro en sus declaraciones, indicando que la denegación de la licencia se basa en razones de seguridad y evacuación, lo que ha sido bien recibido por los vecinos de la zona.
### Motivos de la Denegación de la Licencia
Los informes técnicos elaborados por el servicio de Licencias de Actividades del Ayuntamiento han sido determinantes en la decisión de denegar la licencia. Estos informes, que datan de enero y mayo de 2025, señalan que el proyecto incumple diversas normativas, desde la accesibilidad hasta la protección del patrimonio histórico. Entre las principales deficiencias mencionadas se encuentran:
1. **Incompatibilidad con la Edificabilidad**: Los técnicos han indicado que el proyecto no se ajusta a los parámetros de edificabilidad establecidos para la parcela, lo que pone en duda su viabilidad desde el punto de vista urbanístico.
2. **Problemas de Accesibilidad**: El diseño del proyecto no incluye ascensores ni rampas accesibles, lo que contraviene las normativas de accesibilidad. Además, los aparcamientos para bicicletas están ubicados en planta sótano, cuando la normativa exige que estén a cota cero.
3. **Normativa de Incendios**: El proyecto no contempla zonas de refugio ni de evacuación adecuadas, lo que representa un riesgo significativo en caso de emergencia. Las construcciones subterráneas no cumplen con las medidas de evacuación exigidas por la ley.
4. **Impacto Acústico**: La inclusión de una pantalla acústica que sobresale de la cornisa también ha sido objeto de críticas, ya que contraviene la normativa vigente y podría afectar a las edificaciones existentes en la zona.
La promotora ha recibido un plazo para presentar alegaciones y subsanar las deficiencias señaladas, pero hasta el momento, el Ayuntamiento ha vuelto a emitir un informe desfavorable, lo que sugiere que las preocupaciones planteadas por los técnicos no han sido abordadas de manera satisfactoria.
### Reacciones de la Comunidad y el Futuro del Proyecto
La decisión del Ayuntamiento ha sido celebrada por los vecinos del barrio de San Antonio (Saïdia), quienes habían expresado su rechazo al proyecto desde su concepción. La macroresidencia, que contemplaba más de 500 habitaciones distribuidas en varios edificios, había generado inquietud entre los residentes, quienes temían que su construcción alterara la dinámica del barrio y afectara la calidad de vida en la zona.
El concejal Giner ha mantenido un diálogo abierto con los vecinos, informándoles sobre los avances en el proceso y asegurando que la intención del Ayuntamiento es destinar los edificios industriales a dotaciones que beneficien a la comunidad. Esta postura ha sido bien recibida, ya que muchos residentes abogan por un desarrollo urbano que priorice las necesidades de la población local en lugar de proyectos que puedan resultar perjudiciales.
El futuro de la antigua fábrica de hilaturas de la calle Guatla ahora queda en manos del Ayuntamiento, que deberá decidir cómo utilizar estos espacios de manera que se alineen con las expectativas y necesidades de la comunidad. La situación actual pone de manifiesto la importancia de la participación ciudadana en la planificación urbanística y la necesidad de que los proyectos se ajusten a las normativas vigentes para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.