La arquitecta y paisajista Cristina Morata, del despacho belga Omgeving, ha presentado su visión sobre el Corredor Verde Sur de València, un proyecto que busca transformar la ciudad a través de la creación de espacios verdes interconectados. Ganadores de un concurso en abril de 2023, Morata y su equipo han defendido la viabilidad de esta propuesta, que se inspira en proyectos similares en otras ciudades europeas, como Amberes. La arquitecta asegura que el Corredor Verde no es una utopía, sino una posibilidad real que podría materializarse en un plazo de cinco años.
### Un Proyecto Ambicioso para València
El Corredor Verde Sur de València se plantea como una solución para conectar diversos barrios del sur de la ciudad, que han sido históricamente olvidados en términos de urbanismo. La propuesta incluye la creación de un gran parque lineal que unirá áreas como Russafa, Arrancapins, Malilla, y San Isidro, entre otros. Este espacio no solo busca mejorar la calidad de vida de los residentes, sino también fomentar la sostenibilidad y la renaturalización de la ciudad.
El diseño de Omgeving, titulado «Green Leaf» o «Hoja Verde», se centra en la regeneración urbana y la integración de la naturaleza en el entorno urbano. La propuesta original contemplaba la eliminación de las vías de tráfico en el espacio central del bulevar García Lorca, dejando como ejes viarios principales la carretera de Malilla y la calle San Vicente. Esta visión contemporánea de la ciudad se aleja del modelo tradicional de avenidas con alto tráfico, priorizando en su lugar la creación de un entorno más amigable para los peatones y la flora local.
Sin embargo, el actual gobierno municipal, liderado por Mª José Catalá, ha puesto en pausa este ambicioso plan, considerándolo irrealizable. En su lugar, se ha optado por retomar la propuesta de Kathryn Gustafson, ganadora del concurso de ideas del Parc Central, que busca un diseño con menos tráfico y más zonas verdes. Esta decisión ha generado un intenso debate sobre el futuro del bulevar y la dirección que tomará el urbanismo en València.
### La Visión de Omgeving y el Futuro del Corredor Verde
Cristina Morata ha expresado su preocupación por la falta de comunicación con el nuevo gobierno municipal, que había prometido estudiar el proyecto a finales de 2023. La arquitecta ha señalado que, aunque están al tanto de los cambios en el diseño del bulevar, su propuesta se integra en un contexto más amplio que busca conectar todos los barrios del sur de València. «Es otro modelo de ciudad», afirma Morata, quien destaca la importancia de dialogar con el paisaje y de crear espacios que favorezcan la interacción social y la biodiversidad.
La propuesta de Omgeving no solo se limita a la creación de un corredor verde, sino que también implica una transformación integral del entorno urbano. La arquitecta estima que, si se integrara el Corredor Verde en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la infraestructura verde podría estar lista en un plazo de cinco años. Este horizonte de ejecución dependería de la realización de modificaciones puntuales en los sectores por los que discurre el proyecto, como Sant Marcel.lí, Cruz Cubierta y San Isidro.
El Corredor Verde Sur de València representa una oportunidad única para repensar el urbanismo en la ciudad, priorizando la sostenibilidad y la calidad de vida de sus habitantes. A medida que las ciudades enfrentan desafíos como el cambio climático y la urbanización desmedida, iniciativas como esta se vuelven cada vez más relevantes. La creación de espacios verdes no solo mejora la estética urbana, sino que también contribuye a la salud mental y física de los ciudadanos, fomentando un estilo de vida más activo y saludable.
La arquitecta Cristina Morata continúa defendiendo la viabilidad de su propuesta, a pesar de los obstáculos políticos y administrativos. Su visión para el Corredor Verde Sur de València es un llamado a la acción para repensar cómo se diseñan y utilizan los espacios urbanos, y cómo estos pueden ser transformados para el beneficio de todos. La creación de un entorno más verde y accesible podría ser el primer paso hacia una ciudad más sostenible y habitable, donde la naturaleza y la urbanización coexistan en armonía.