El juicio por el asesinato de Juan Ramón Climent Viguer, ocurrido el 11 de noviembre de 2021 en L’Eliana, ha comenzado con testimonios desgarradores que revelan la complejidad de la tragedia familiar. La víctima fue apuñalada 22 veces con un cuchillo deshuesador, y el principal acusado es Sergio A. L., exnovio de la hija de la víctima. Este caso ha capturado la atención pública no solo por la brutalidad del crimen, sino también por las circunstancias que rodearon el descubrimiento del cuerpo y la posterior investigación.
La primera persona en encontrar el cadáver fue C., hermana de la víctima, quien relató en el tribunal el horror que vivió al entrar en la casa y descubrir a su hermano caído en el salón. «Pensé que se había resbalado y se había dado con la chimenea», dijo C., visiblemente afectada. Su relato fue uno de los más esperados en el juicio, ya que inicialmente fue detenida como sospechosa del homicidio, pero fue exonerada tres días después, cuando se arrestó a Sergio A. L.
### La Dinámica Familiar y el Conflicto
El contexto familiar del caso es fundamental para entender la tragedia. C. y su hermano vivían juntos, cuidando de su madre, quien padecía demencia senil. La relación entre Juan Ramón y Sergio A. L. era tensa, especialmente después de que la hija de la víctima, P., comenzara una nueva relación. Según P., Sergio había amenazado a su padre, diciendo: «El día que te vea con otro, te vas a enterar». Esta amenaza se convirtió en una realidad trágica cuando, a los quince días de que P. comenzara a salir con otra persona, su padre fue asesinado.
El juicio ha puesto de manifiesto la violencia machista que subyace en este caso. La defensa de Sergio A. L. ha intentado sembrar dudas sobre la culpabilidad de su cliente, sugiriendo que C. podría haber sido responsable del crimen. Sin embargo, el tribunal ha rechazado estas insinuaciones, y el testimonio de C. ha sido crucial para establecer su inocencia. Ella explicó que, en su estado de shock tras encontrar a su hermano, intentó ayudarlo, incluso levantándolo para ponerle un almohadón, sin darse cuenta de que ya estaba muerto.
### La Investigación y las Pruebas Forenses
La investigación del crimen fue llevada a cabo por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil, quienes encontraron el cuchillo utilizado en el asesinato en el fregadero de la cocina. Las pruebas forenses revelaron que la huella de ADN en el cuchillo pertenecía a Sergio A. L., lo que llevó a su arresto y posterior encarcelamiento. Este hallazgo fue un giro crucial en la investigación, ya que inicialmente se había señalado a C. como la principal sospechosa debido a las manchas de sangre encontradas en su ropa y su tardanza en alertar a las autoridades.
C. explicó que su demora en comunicar el hallazgo se debió a su estado de shock y a la confusión que sentía en ese momento. Afirmó que no podía imaginar que su hermano había sido asesinado y que su primera reacción fue intentar ayudarlo. La manipulación del cuerpo, aunque comprensible en su desesperación, fue lo que complicó la escena del crimen y llevó a las autoridades a dudar de su versión inicial.
El juicio ha revelado no solo la brutalidad del crimen, sino también las dinámicas familiares complejas que pueden llevar a situaciones extremas. La violencia machista y las amenazas previas al asesinato son elementos que han sido destacados por los fiscales, quienes argumentan que el caso no es solo un homicidio, sino un reflejo de un problema social más amplio que afecta a muchas familias en la actualidad.
A medida que el juicio avanza, se espera que más testigos sean llamados a declarar, incluyendo a los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación. La comunidad de L’Eliana sigue atenta a los desarrollos de este caso, que ha dejado una profunda huella en la localidad y ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar la violencia de género y sus consecuencias devastadoras. El tribunal continuará escuchando testimonios y evaluando las pruebas presentadas, mientras la familia de la víctima busca justicia por el brutal asesinato de Juan Ramón Climent Viguer.