La música resuena con fuerza en los pasillos del hospital Clínico de València, donde Roque, conocido cariñosamente como ‘Star’, se prepara para su cirugía número 50. A sus 18 años, este joven ha enfrentado una vida llena de desafíos desde su nacimiento prematuro a las 29 semanas, cuando llegó al mundo en condiciones críticas. A pesar de haber nacido sin oxígeno y con múltiples complicaciones, Roque ha demostrado ser un verdadero guerrero, enfrentando cada intervención quirúrgica con una actitud positiva que inspira a quienes lo rodean.
### Un Comienzo Difícil
La historia de Roque es un testimonio de la lucha y la perseverancia. Desde su primera operación a tan solo cuatro días de vida, ha pasado por un total de 50 cirugías, muchas de las cuales han sido complejas. Su diagnóstico inicial incluía parálisis cerebral, lo que significó que su vida estaría marcada por constantes desafíos médicos. Sin embargo, su familia nunca perdió la esperanza. Su madre, María, ha estado a su lado en cada paso del camino, convirtiéndose en su mayor apoyo y defensora. «La actitud positiva es clave», afirma Roque, quien ha aprendido a enfrentar cada situación con humor y optimismo.
A lo largo de los años, Roque ha desarrollado una notable inteligencia, a pesar de las limitaciones que su condición le impone. Con un coeficiente intelectual de 131, se encuentra en el rango de superdotado, lo que le permite destacar en diversas áreas. Su capacidad para reconocer banderas de países, identificar canciones de rock con solo escuchar los primeros acordes y su conocimiento sobre dinosaurios son solo algunas de las habilidades que lo hacen único. Además, ha comenzado a aprender a tocar el piano y la batería, lo que no solo le proporciona alegría, sino que también mejora su movilidad.
### La Importancia del Apoyo Familiar y Médico
El hospital Clínico de València se ha convertido en el segundo hogar de Roque. Allí ha recibido el 95% de sus intervenciones, y el personal médico se ha convertido en una parte integral de su vida. Desde enfermeras hasta médicos, todos han forjado un vínculo especial con él. «Es como un hijo para nosotros», dice Marisa, una enfermera que ha estado a su lado desde que era un niño. Este ambiente familiar ha sido crucial para su recuperación y bienestar emocional.
La conexión de Roque con el hospital va más allá de las cirugías. Cada año, durante la Nochebuena, visita a sus ‘clínicos’ para llevarles bombones, mostrando su gratitud por el cuidado que ha recibido. Esta relación simbiótica entre paciente y personal médico resalta la importancia de la atención sanitaria pública, que ha sido fundamental en su vida. Su madre enfatiza que la sanidad pública es esencial, especialmente en casos como el de Roque, donde los costos de atención privada serían insostenibles.
Roque también ha aprendido a valorar la vida de una manera que muchos no pueden. Su familia ha superado la tristeza y el miedo, y ahora celebran cada día como un regalo. «No podemos elegir lo que nos sucede, pero sí cómo lo enfrentamos», dice María, reflejando la filosofía de vida que han adoptado. Esta mentalidad ha permitido que Roque no solo sobreviva, sino que prospere, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia para otros.
La historia de Roque es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la actitud y el apoyo adecuado pueden marcar la diferencia. Su viaje no ha sido fácil, pero su espíritu indomable y su capacidad para encontrar alegría en cada situación son un testimonio de la fuerza humana. A medida que se enfrenta a su cirugía número 50, Roque continúa siendo un símbolo de esperanza y superación, demostrando que, a pesar de los desafíos, siempre hay espacio para la alegría y la positividad en la vida.