La inauguración del superordenador cuántico IBM System Two en San Sebastián marca un hito en la historia tecnológica de Euskadi. Este avance no solo posiciona a la región en la vanguardia de la computación cuántica a nivel europeo y mundial, sino que también abre un abanico de posibilidades en diversas áreas como la salud, la ciberseguridad y el desarrollo de nuevos fármacos. En un evento que reunió a autoridades locales y representantes de IBM, el lehendakari Imanol Pradales destacó la importancia de la ciencia y la tecnología en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
La llegada de este superordenador es el resultado de un esfuerzo que comenzó en 2021, cuando se decidió que la computación cuántica era un sector estratégico para el futuro de Euskadi. Con una inversión total de 153 millones de euros hasta 2028, el Gobierno vasco busca no solo adquirir la tecnología, sino también garantizar su mantenimiento y desarrollo continuo. Este esfuerzo se enmarca dentro de la estrategia Ikur, que tiene como objetivo posicionar a Euskadi como un referente en innovación y tecnología.
### La tecnología cuántica y su funcionamiento
Para entender la relevancia del IBM System Two, es fundamental conocer cómo funciona un ordenador cuántico. A diferencia de los ordenadores tradicionales que utilizan bits para procesar información, los ordenadores cuánticos emplean cúbits. Estos cúbits tienen la capacidad de existir en múltiples estados a la vez, gracias a dos principios fundamentales de la mecánica cuántica: la superposición y el entrelazamiento.
La superposición permite que un cúbit represente simultáneamente un 0 y un 1, lo que multiplica exponencialmente la capacidad de cálculo del sistema. Por otro lado, el entrelazamiento implica que los cúbits pueden estar interconectados de tal manera que el estado de uno afecta instantáneamente al estado de otro, sin importar la distancia que los separe. Esta propiedad es crucial para realizar cálculos complejos de manera más eficiente que los ordenadores convencionales.
El IBM System Two, que cuenta con 156 cúbits, está diseñado para operar a temperaturas extremadamente bajas, cerca de los 273 grados bajo cero. Este frío extremo es necesario para mantener la estabilidad de los cúbits, ya que cualquier interferencia térmica podría alterar su funcionamiento. La máquina está alojada en un criostato, una estructura hexagonal que no solo proporciona el ambiente adecuado para los cúbits, sino que también está rodeada de sistemas de refrigeración y componentes electrónicos que facilitan su operación.
### Implicaciones para el futuro
La inauguración del superordenador cuántico en San Sebastián no es solo un avance tecnológico, sino que también tiene profundas implicaciones para el desarrollo económico y social de Euskadi. Las aplicaciones de la computación cuántica son vastas y abarcan desde la mejora de tratamientos médicos hasta la optimización de procesos industriales y la creación de sistemas de seguridad más robustos.
En el ámbito de la salud, por ejemplo, la capacidad de los ordenadores cuánticos para procesar grandes volúmenes de datos puede acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos y tratamientos personalizados. En el sector de la ciberseguridad, la computación cuántica promete revolucionar la forma en que se protegen los datos, haciendo casi imposible la violación de sistemas que utilicen criptografía cuántica.
Además, la creación de un hub tecnológico en Euskadi atraerá a investigadores y empresas del sector, fomentando un ecosistema de innovación que beneficiará a la región en su conjunto. La colaboración entre instituciones académicas, empresas y el Gobierno será clave para maximizar el potencial de esta tecnología emergente.
La inversión en el IBM System Two es solo el comienzo. A medida que la tecnología cuántica evoluciona, Euskadi se posiciona para ser un líder en este campo, contribuyendo al avance de la ciencia y la tecnología a nivel global. La apuesta por la computación cuántica es un reflejo del compromiso del Gobierno vasco con la innovación y el desarrollo sostenible, asegurando que la región no solo se adapte a los cambios tecnológicos, sino que también los lidere.
