La separación de Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness ha captado la atención de los medios y del público en general, no solo por la duración de su matrimonio, que se extendió por 27 años, sino también por las circunstancias que rodean su ruptura. Recientemente, la pareja ha llegado a un acuerdo de divorcio que ha sido objeto de controversia y reproches públicos, lo que ha añadido un matiz dramático a una historia que ya era compleja.
### Un Acuerdo de Divorcio en Tiempos de Tensión
El acuerdo de divorcio entre Jackman y Furness se ha cerrado en medio de un ambiente tenso. La fortuna de la pareja, que se estima en más de 350 millones de euros, incluye propiedades en Estados Unidos, el Reino Unido y Australia. Furness, quien presentó la demanda de divorcio en Nueva York el 23 de mayo, ha recibido una pensión compensatoria que, según fuentes cercanas a ella, la deja «plenamente satisfecha». Sin embargo, el proceso no ha estado exento de conflictos.
Las tensiones comenzaron a aflorar cuando Furness rompió su silencio para expresar su dolor por la «traición» que sintió durante su matrimonio. En sus declaraciones, hizo referencia a un «camino traumático» que muchos han recorrido, lo que dejó a Jackman «desconcertado» y «extremadamente decepcionado». Este intercambio de acusaciones ha sorprendido a muchos, ya que la pareja había mantenido una imagen de separación amistosa hasta ese momento.
Desde 2021, Furness había comenzado a sospechar que Jackman tenía una relación más cercana con su compañera de reparto, Sutton Foster. Estas sospechas se intensificaron hasta que, en septiembre de 2023, la pareja anunció su separación, en medio de rumores de infidelidad. Un año después, Foster también se separó de su marido, y en enero de 2025, Jackman y Foster hicieron pública su relación, lo que ha añadido más leña al fuego de la controversia.
### El Patrimonio y las Propiedades en el Centro del Debate
El acuerdo de divorcio no solo se centra en la separación emocional, sino también en la división de un patrimonio considerable. Jackman se quedará con la residencia en Nueva York, que actualmente comparte con Foster, así como con una casa en Bondi Beach, Australia. Por su parte, Furness ha asegurado una pensión que le permitirá mantener un estilo de vida cómodo, aunque los detalles exactos de la misma no han sido revelados.
Este tipo de acuerdos no son inusuales en divorcios de alto perfil, pero la magnitud de la fortuna y la notoriedad de la pareja han hecho que cada detalle sea objeto de escrutinio público. La situación se complica aún más por las emociones involucradas y las acusaciones de traición, que han hecho que el proceso sea más doloroso de lo que podría haber sido.
La separación de Jackman y Furness es un recordatorio de que incluso las parejas que parecen tener una relación sólida pueden enfrentar desafíos inesperados. La vida en el ojo público puede intensificar estos problemas, y la presión de las expectativas sociales puede hacer que la separación sea aún más complicada.
En medio de este tumulto, es importante recordar que detrás de las celebridades hay personas que experimentan dolor y pérdida. La historia de Jackman y Furness es un ejemplo de cómo las relaciones pueden cambiar y evolucionar, a menudo de maneras que no se pueden prever. A medida que ambos avanzan en sus vidas, el público seguirá observando, pero también es crucial respetar su privacidad y el proceso de sanación que ambos deben atravesar.
La atención mediática sobre este caso ha sido intensa, y es probable que continúe mientras ambos actores navegan por las aguas de sus nuevas realidades. La vida de las celebridades puede parecer glamorosa, pero como demuestra esta situación, también está llena de desafíos y momentos difíciles que pueden afectar profundamente a quienes están involucrados.