La reciente catástrofe natural que azotó la Comunitat Valenciana ha dejado una huella profunda en la percepción pública sobre la gestión del Consell. La tragedia, que resultó en 228 víctimas mortales, ha cambiado drásticamente la opinión de los ciudadanos respecto al gobierno de Carlos Mazón, quien asumió el poder en 2023. Un estudio reciente revela que la valoración de su gestión ha pasado de ser positiva a negativa en un corto periodo de tiempo, lo que refleja el impacto que los desastres naturales pueden tener en la política y la opinión pública.
La encuesta realizada por Lápiz Estratégico Consulting muestra que, tras la riada histórica, el balance de opiniones sobre la gestión del Consell ha caído en picado. Mientras que en octubre de 2024, el margen entre opiniones positivas y negativas era de 29,2 puntos a favor del gobierno, en mayo de 2025 este margen se ha revertido, mostrando un saldo negativo de 18,6 puntos. Esto significa que más ciudadanos consideran que la acción del gobierno ha sido mala o muy mala, en comparación con aquellos que la valoran como buena o muy buena.
Casi la mitad de los encuestados, un 42,5%, tiene una opinión negativa sobre la gestión del Consell desde la llegada de Mazón al poder. Este porcentaje contrasta notablemente con el 23,9% que considera que la gestión es positiva, lo que indica un desplome significativo en la confianza pública. Este cambio de percepción es especialmente notable si se compara con los datos de hace siete meses, donde el apoyo a la gestión del Ejecutivo alcanzaba el 41,8%.
Un aspecto que destaca en la encuesta es el aumento en la proporción de personas que califican la gestión de Mazón como «muy mala». Este grupo, que era casi inexistente en octubre de 2024, ha crecido hasta representar el 13,9% de los encuestados. Este cambio es un claro indicador de cómo las crisis pueden afectar la imagen de los líderes políticos y su capacidad para gobernar.
### Análisis Territorial de la Opinión Pública
La encuesta también revela diferencias significativas en la percepción del gobierno según las provincias. En Alicante, el saldo negativo es alarmante, alcanzando un -41,4%. En Castellón, la situación es igualmente desfavorable, con un saldo de -30,9%. Sin embargo, Valencia presenta un panorama diferente, donde la evaluación del Consell sigue siendo positiva, con un saldo de +8,6. Esta disparidad en las opiniones puede estar relacionada con la intensidad de los efectos de la riada en cada provincia, así como con la respuesta del gobierno a la crisis.
Además, el análisis demográfico de las opiniones muestra que los hombres tienden a tener una percepción más negativa de la gestión del Consell en comparación con las mujeres. El balance entre opiniones negativas y positivas es de -22,1 puntos entre los hombres, mientras que entre las mujeres es de -15,3 puntos. Esto sugiere que los hombres pueden estar más críticos ante la situación actual, lo que podría influir en la dinámica política y electoral en el futuro.
Por grupos de edad, la franja de 46 a 65 años es la que presenta la mayor concentración de opiniones negativas, con un balance de -24,4 puntos. En contraste, los jóvenes de entre 18 y 30 años tienen una percepción relativamente más positiva, con un saldo de -17,3 puntos. Este fenómeno puede reflejar diferencias en las expectativas y experiencias de vida entre las distintas generaciones, así como su relación con el gobierno y la política.
La metodología de la encuesta, que incluyó 750 entrevistas telefónicas y un muestreo estratificado por provincias, proporciona un margen de error de +/- 3,65% para el total de la muestra. Esto asegura que los resultados sean representativos de la opinión pública en la Comunitat Valenciana, lo que permite una mejor comprensión de cómo las crisis afectan la percepción del gobierno.
En resumen, la riada del 29 de octubre ha tenido un impacto devastador no solo en la infraestructura y la vida de las personas, sino también en la confianza que los ciudadanos depositan en sus líderes. A medida que el Consell de Mazón enfrenta este desafío, será crucial para el gobierno abordar las preocupaciones de la población y trabajar en la recuperación de la confianza pública. La gestión de crisis y la comunicación efectiva serán determinantes para revertir la tendencia negativa en la percepción del gobierno y asegurar un futuro más estable para la Comunitat Valenciana.