El Aeropuerto de Barcelona, conocido como El Prat, ha enfrentado una jornada complicada debido a un fuerte temporal que ha traído consigo intensas lluvias, viento y granizo. Este fenómeno meteorológico ha llevado a la cancelación de un total de 37 vuelos, tanto de llegadas como de salidas, lo que ha generado un gran impacto en los viajeros y en la operativa del aeropuerto. La terminal, que normalmente opera a plena capacidad, se ha visto reducida a un 60% de su funcionamiento habitual, lo que ha provocado una serie de retrasos en los vuelos restantes.
Las condiciones climáticas adversas no solo han afectado a El Prat, sino que también han tenido repercusiones en otras regiones de España. En las Islas Baleares, por ejemplo, el aeropuerto de Son Sant Joan ha reportado 64 retrasos y dos cancelaciones a mediodía del mismo día. Las previsiones meteorológicas para el resto de la jornada son igualmente preocupantes, ya que se espera que las lluvias continúen y que se acumulen más de 100 litros por metro cuadrado en algunas áreas de Cataluña, especialmente en la zona litoral y en el área pirenaica. La situación ha llevado a Protección Civil de la Generalitat a activar la alerta por inundaciones, lo que añade un nivel adicional de preocupación para los residentes y viajeros.
**Condiciones Meteorológicas Adversas**
La llegada de este temporal ha sido inesperada para muchos, y las autoridades meteorológicas han emitido avisos de alerta naranja debido a la posibilidad de chubascos muy fuertes, granizo de gran tamaño y tormentas. Este tipo de condiciones climáticas extremas no son inusuales en la región, pero su intensidad ha sorprendido a los expertos. Las tormentas han sido acompañadas de fuertes ráfagas de viento, lo que ha complicado aún más la situación en los aeropuertos y en las carreteras.
Los meteorólogos han indicado que la combinación de factores, como la humedad en el aire y las temperaturas más cálidas, ha contribuido a la formación de estas tormentas severas. Las lluvias torrenciales pueden causar inundaciones repentinas, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad pública. Las autoridades han instado a los ciudadanos a permanecer en casa y evitar desplazamientos innecesarios, especialmente en áreas propensas a inundaciones.
**Impacto en los Viajeros y la Operativa Aérea**
Para los viajeros que se encontraban en El Prat, la situación ha sido frustrante. Muchos pasajeros han llegado al aeropuerto solo para descubrir que sus vuelos habían sido cancelados o que estaban experimentando retrasos significativos. Las aerolíneas han estado trabajando arduamente para reprogramar los vuelos y proporcionar asistencia a los pasajeros afectados, pero la situación ha generado largas colas y un ambiente de incertidumbre en las terminales.
Los viajeros han expresado su descontento en las redes sociales, compartiendo sus experiencias y buscando información sobre el estado de sus vuelos. Las aerolíneas han recomendado a los pasajeros que se mantengan informados a través de sus aplicaciones móviles y sitios web, donde se publican actualizaciones en tiempo real sobre el estado de los vuelos. Además, se ha aconsejado a los viajeros que lleguen al aeropuerto con suficiente antelación, ya que los procedimientos de seguridad y facturación pueden verse afectados por la situación actual.
El impacto de las tormentas no se limita solo a los vuelos cancelados. Las carreteras alrededor del aeropuerto también han experimentado congestión debido a las condiciones climáticas, lo que ha dificultado el acceso al aeropuerto para aquellos que intentan llegar o salir. Las autoridades de tráfico han estado monitoreando la situación y han implementado medidas para garantizar la seguridad de los conductores.
A medida que las tormentas continúan, se espera que las autoridades sigan evaluando la situación y tomando decisiones sobre la operativa del aeropuerto. La seguridad de los pasajeros y del personal es la máxima prioridad, y se están tomando todas las precauciones necesarias para manejar esta crisis meteorológica. Los viajeros deben estar preparados para posibles cambios en sus planes y mantenerse informados sobre las actualizaciones de sus vuelos y las condiciones climáticas en la región.