Un incendio intencionado en la planta de Psiquiatría del Hospital La Fe de València ha desatado una tragedia que ha conmocionado a la comunidad. Este acto, presuntamente perpetrado por un hombre con antecedentes de violencia machista, ha resultado en la muerte de una paciente y ha dejado a varios trabajadores intoxicados. La situación se ha vuelto aún más alarmante al revelarse que el autor del incendio, identificado como Héctor G. M., tenía una orden de alejamiento en vigor hacia su exesposa y sus hijos, lo que pone de manifiesto la gravedad del contexto de violencia de género en el que se desarrollaron los hechos.
El incendio se declaró el 24 de junio de 2025, alrededor de las 17:20 horas, justo en el momento en que la exesposa del sospechoso, quien es agente de la Policía Nacional, estaba denunciándolo por cuarta vez debido a su acoso continuo. Este acto de violencia vicaria, que busca causar daño a la pareja a través de terceros, ha sido calificado como extremo, dado el riesgo que representaba para la integridad de la mujer y sus hijos. La rápida respuesta del personal del hospital y de los servicios de emergencia fue crucial para evitar una tragedia aún mayor.
La planta de Psiquiatría fue evacuada de inmediato, lo que generó una situación de caos, ya que algunos pacientes intentaron aprovechar la confusión para escapar. En total, 25 pacientes fueron realojados en otro hospital, mientras que ocho trabajadores del centro sufrieron intoxicaciones leves por inhalación de humo y recibieron atención médica. Afortunadamente, la mayoría de ellos fueron dados de alta poco después.
El incendio, que se propagó rápidamente debido a la combustión de materiales ignífugos en la planta, obligó a la evacuación de otras áreas del hospital. En total, se distribuyeron a 80 pacientes entre el Hospital Clínico y La Fe, lo que demuestra la magnitud del incidente. La intervención de los bomberos fue rápida y efectiva, logrando controlar el fuego en cuestión de horas, aunque el daño ya estaba hecho.
La detención de Héctor G. M. se produjo cuando intentaba huir del lugar. La Policía Nacional, alertada por el personal médico, logró interceptarlo en la avenida de Giorgeta. Se le imputa un delito de incendio con riesgo para las personas, homicidio y daños. Este caso ha puesto de relieve la necesidad de una respuesta más contundente ante situaciones de violencia de género, especialmente cuando hay menores involucrados.
La víctima, cuya identidad aún no ha sido revelada, fue hallada sin vida en su habitación, aparentemente dormida y ajena al peligro que la rodeaba. Este trágico desenlace ha generado un profundo pesar en la comunidad y ha reavivado el debate sobre la protección de las víctimas de violencia machista. La mujer había sido catalogada como en riesgo extremo desde el 5 de mayo, lo que pone en evidencia las fallas en el sistema de protección y la urgencia de implementar medidas más efectivas para salvaguardar a quienes se encuentran en situaciones similares.
La respuesta de las autoridades ha sido inmediata, con el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, visitando el lugar de los hechos y asegurando que se tomarán las medidas necesarias para rehabilitar las áreas afectadas y garantizar la seguridad de los pacientes y el personal del hospital. Además, se ha iniciado una investigación para determinar las circunstancias exactas del incendio y cómo se pudo permitir que un individuo con antecedentes de violencia tuviera acceso a un entorno tan vulnerable.
Este incidente no solo ha dejado una víctima fatal, sino que también ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar la violencia machista en todas sus formas. La sociedad debe unirse para exigir cambios en las políticas de protección y apoyo a las víctimas, así como en la formación de los profesionales que intervienen en estos casos. La violencia de género es un problema que afecta a toda la comunidad y requiere una respuesta colectiva y decidida.
La tragedia en el Hospital La Fe es un recordatorio doloroso de que la violencia machista no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene repercusiones en la salud y el bienestar de toda la sociedad. Es fundamental que se tomen medidas para prevenir estos actos y proteger a quienes se encuentran en situaciones de riesgo, asegurando que no haya más víctimas en el futuro.