Los habitantes de Zuera, una localidad situada en la provincia de Zaragoza, se despertaron el lunes 28 de julio de 2025 con una situación alarmante: un incendio había estallado en la planta de la industria química Unión Deriván, ubicada en el polígono El Campillo. Este incidente llevó a las autoridades a emitir una orden de confinamiento para garantizar la seguridad de los vecinos, quienes se vieron obligados a permanecer en sus hogares mientras se gestionaba la emergencia.
La rápida respuesta de los servicios de emergencia fue fundamental para controlar la situación. Desde primera hora de la mañana, los Bomberos de Zaragoza y de la Diputación de Zaragoza se movilizaron para extinguir el fuego y prevenir cualquier riesgo adicional para la población. A medida que avanzaba la mañana, el Gobierno de Aragón decidió levantar el confinamiento en las áreas más afectadas, aunque mantuvo la orden de aislamiento en el parque empresarial donde se ubica la fábrica. Esto se debió a que la dirección del viento había sido favorable, dispersando la pequeña nube tóxica generada por el incendio lejos de los municipios cercanos.
El consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, aseguró que no había motivos de preocupación para los ciudadanos de Zuera, gracias a las condiciones meteorológicas que ayudaron a mitigar los efectos del siniestro. Sin embargo, las autoridades continuaron con la fase de emergencia nivel 1 del Plan de Emergencia Exterior, un protocolo diseñado para situaciones que involucran instalaciones con riesgo químico. Esto implicó la activación de equipos especializados, como patrullas de seguridad ciudadana y unidades de intervención, que trabajaron en el área para asegurar el perímetro y facilitar las labores de extinción.
A pesar de la gravedad del incidente, se informó que no hubo heridos, lo que fue un alivio para la comunidad. La situación, aunque controlada, generó una gran preocupación entre los vecinos, quienes estaban atentos a las actualizaciones sobre el estado del incendio y las recomendaciones de las autoridades. La carretera A-124, que conecta con el Polígono Industrial El Campillo, fue cerrada entre los kilómetros 0.600 y 4, limitando el acceso a la zona afectada y permitiendo que los equipos de emergencia trabajaran sin interrupciones.
La importancia de la comunicación en situaciones de emergencia es crucial. Las autoridades locales y regionales se aseguraron de mantener informada a la población a través de comunicados y alertas, lo que ayudó a reducir la ansiedad y confusión entre los ciudadanos. Las sirenas que sonaron en la localidad fueron un recordatorio de que la situación estaba bajo control, aunque la vigilancia continuaba.
El incendio en Unión Deriván no solo puso a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia, sino que también destacó la importancia de tener planes de contingencia bien establecidos para situaciones de riesgo químico. La industria química, aunque esencial para la economía, conlleva riesgos que deben ser gestionados de manera efectiva para proteger a la población y al medio ambiente.
La comunidad de Zuera, que ha enfrentado este desafío, ahora se encuentra en un proceso de recuperación y reflexión. Las autoridades locales están evaluando la situación y se espera que se realicen investigaciones para determinar las causas del incendio y prevenir futuros incidentes. La colaboración entre los diferentes cuerpos de emergencia y la comunicación efectiva con la población son aspectos que se han destacado como fundamentales en la gestión de esta crisis.
A medida que la situación se normaliza, los habitantes de Zuera pueden comenzar a retomar sus actividades diarias, aunque con una nueva conciencia sobre la importancia de la seguridad en su entorno. La experiencia vivida servirá como un recordatorio de la necesidad de estar preparados para enfrentar emergencias y de la resiliencia de una comunidad que se une en tiempos difíciles.
