La ciudad de Valencia ha visto un aumento significativo en la actividad de compra de viviendas por parte de fondos de inversión internacionales. Estos inversores, provenientes de países como Israel, Estados Unidos, Suiza y Alemania, están adquiriendo lotes de propiedades a precios considerablemente reducidos, lo que ha generado un impacto notable en el mercado inmobiliario local. Las inmobiliarias de la región están manejando listados que incluyen hasta 1.000 pisos, que son adquiridos por estos grandes inversores a precios que pueden llegar a ser la mitad de su valor de mercado.
La dinámica de compra de estos fondos es bastante peculiar. En muchos casos, los inversores no realizan visitas físicas a las propiedades antes de comprarlas. En su lugar, envían representantes que evalúan los inmuebles, a veces incluso grabando vídeos para tener una idea de su estado. Vicente Díez, portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia, explica que los lotes comprados son variados, incluyendo tanto propiedades en buen estado como otras que presentan problemas, como ocupaciones o condiciones de deterioro. Esta estrategia permite a los fondos adquirir paquetes de viviendas con descuentos significativos, que pueden superar el 50% del precio original.
### La Estrategia de Compra de los Fondos de Inversión
La fundadora de Recasens Real Estate, Cristina Recasens, ha destacado que el ritmo de compra de estos fondos ha aumentado en los últimos meses. La mayoría de ellos son de origen extranjero, y en ocasiones, adquieren la deuda asociada a las propiedades, lo que les permite hacerse con la propiedad a un precio más bajo. Este fenómeno ha llevado a que tres de los seis mayores ‘megatenedores’ de vivienda en la Comunidad Valenciana sean fondos de inversión estadounidenses, según datos recientes de la Conselleria de Hacienda.
Los fondos como Cerberus, CBRE y Blackstone son algunos de los actores más destacados en este mercado. Cerberus, por ejemplo, posee 980 viviendas a través de varias filiales, mientras que CBRE y Blackstone tienen 971 y 774 propiedades, respectivamente. A pesar de que la administración autonómica sigue siendo la mayor casera de la región, con alrededor de 5.000 viviendas, la tendencia de los fondos de inversión está cambiando la dinámica del mercado.
Los fondos están vendiendo parte de su cartera a través de inmobiliarias, ofreciendo propiedades a precios de mercado. Sin embargo, estas ventas son muy restringidas y están dirigidas principalmente a clientes de confianza. Esto ha generado una situación en la que la oferta de viviendas libres en el mercado se ha reducido drásticamente, alcanzando su mínimo histórico, con menos del 1% del parque inmobiliario disponible en Valencia.
### La Escasez de Viviendas y el Impacto en el Mercado
La situación actual del mercado inmobiliario en Valencia es alarmante. La capital del Túria cuenta con aproximadamente 430.000 viviendas, pero el número de inmuebles en venta ha caído de más de 10.000 a menos de 3.800 en solo tres años. Esta escasez de oferta ha llevado a un aumento en los precios de las viviendas, lo que complica aún más el acceso a la vivienda para los ciudadanos locales.
Vicente Díez señala que los lotes comprados por los bancos suelen estar compuestos por entre diez y veinte viviendas. Sin embargo, la administración no está ejerciendo su derecho de tanteo y retracto, que le permitiría adquirir las propiedades al mismo precio que los fondos. Un caso notable es el de un grupo inversor de origen ruso que adquirió un lote de viviendas en Valencia por 23.350 euros, después de que la Generalitat renunciara a su derecho de tanteo. Este grupo compró un paquete de nueve viviendas por un total de 575.460 euros, lo que ilustra la magnitud de las transacciones que están teniendo lugar en el mercado.
La situación actual plantea serias preguntas sobre el futuro del mercado inmobiliario en Valencia y la capacidad de los ciudadanos para acceder a viviendas asequibles. La intervención de la administración podría ser crucial para equilibrar el mercado y garantizar que las necesidades de la población local sean atendidas. Sin embargo, la tendencia actual sugiere que los fondos de inversión seguirán desempeñando un papel dominante en el sector inmobiliario de la ciudad, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la disponibilidad y el precio de la vivienda en Valencia.