La sobrepoblación de jabalíes en la Comunitat Valenciana se ha convertido en un tema de creciente preocupación, afectando a un número alarmante de municipios. Según datos recientes, ocho de cada diez municipios de la región, es decir, 440 de un total de 542, enfrentan esta problemática. La presidenta de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana ha señalado que esta situación se ha vuelto insostenible, describiéndola como «un problema que se ha ido de las manos». Las estadísticas de la Conselleria de Medio Ambiente revelan que el año pasado se abatieron 54.548 ejemplares de jabalí, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Este incremento de capturas, que ha crecido en 25.448 ejemplares en los últimos cinco años, pone de manifiesto la urgencia de abordar la situación.
La sobrepoblación de jabalíes no solo afecta a la agricultura, donde causan destrozos en cultivos de regadío, sino que también representa un riesgo para la seguridad vial, al provocar accidentes de tráfico al invadir las carreteras. Además, su presencia amenaza a diversas especies de flora y fauna en espacios protegidos. En respuesta a esta crisis, desde noviembre de 2021, la Generalitat ha implementado medidas excepcionales que permiten la caza de jabalíes durante todo el año en los cotos de los municipios afectados. Esto incluye autorizaciones para batidas de septiembre a febrero y la técnica de espera o aguardo en los meses restantes.
### La Carga Económica de la Caza
La presidenta de la Federación de Caza ha expresado su preocupación por la carga económica que esta situación impone a los cazadores. Según sus declaraciones, los clubes de cazadores invierten alrededor de 9 millones de euros anualmente en munición, gastos veterinarios para los perros, licencias y combustible, sin recibir ningún tipo de compensación por parte de la Administración. Esta situación ha generado un descontento significativo entre los cazadores, quienes consideran que es injusto que se les obligue a participar en el control de la población de jabalíes sin recibir apoyo financiero.
Martínez ha solicitado ayudas directas para los cazadores que participan en estas actividades, con el objetivo de reducir los costos asociados a la caza. Además, ha enfatizado la necesidad de flexibilizar la normativa y de invertir en el sector, incluyendo la comercialización de la carne de caza. La falta de puntos de recogida para los restos de los animales también ha sido un tema recurrente en sus demandas, ya que los cazadores deben asumir el costo de la eliminación de los cadáveres de jabalíes que no pueden consumir.
La situación se complica aún más con la reciente aprobación de un nuevo decreto sobre ungulados, que se espera que incluya medidas extraordinarias para regular las poblaciones de fauna. Este decreto se suma a las ayudas de 900.000 euros que la Conselleria de Medio Ambiente ha destinado a los ayuntamientos afectados, con el fin de subvencionar el costo de las actividades de control de la población de jabalíes.
### Perspectivas de los Ecologistas
Sin embargo, la perspectiva de los cazadores no es compartida por todos. Colectivos ambientalistas, como Acció Ecologista-Agró, han criticado la caza de jabalíes durante todo el año, considerándola una medida desproporcionada que no aborda de manera efectiva la sobrepoblación. Argumentan que esta práctica puede tener consecuencias ecológicas negativas, como la eliminación de individuos dominantes que podría favorecer la reproducción descontrolada de hembras. Esta crítica pone de relieve la complejidad del problema y la necesidad de un enfoque más equilibrado que contemple tanto la gestión de la población de jabalíes como la conservación del medio ambiente.
Los cazadores, por su parte, han solicitado que se establezcan puntos de recogida para los cadáveres de jabalíes, de modo que la eliminación de estos animales no recaiga exclusivamente sobre ellos. Además, han expresado la necesidad de que se permita la comercialización de la carne de caza, lo que podría contribuir a la sostenibilidad del sector y a la reducción de costos.
A medida que la situación de los jabalíes en la Comunitat Valenciana continúa evolucionando, es evidente que se requiere un enfoque colaborativo que involucre tanto a cazadores como a ecologistas y a las autoridades locales. La búsqueda de soluciones efectivas y sostenibles será crucial para abordar esta crisis y garantizar un equilibrio entre la conservación del medio ambiente y la gestión de la fauna en la región.