En un contexto global cada vez más complejo, la defensa de Europa se ha convertido en un tema de debate crucial. Javier Colomina, representante especial del Secretario General de la OTAN para la Vecindad Sur, ha expresado su opinión sobre la necesidad de mantener una estrecha colaboración con la Alianza Atlántica en lugar de buscar una autonomía total en defensa. Durante su intervención en el Foro Económico y Social del Mediterráneo, Colomina argumentó que la creación de una Europa de defensa completamente autónoma sería un error. En su lugar, aboga por un pilar europeo de defensa que complemente y fortalezca la OTAN, permitiendo a Europa ser más capaz y menos dependiente de los recursos estadounidenses.
La OTAN, con su capacidad única de movilizar entre 300,000 y 500,000 soldados en un mes, sigue siendo un actor fundamental en la seguridad global. Colomina enfatiza que, aunque Europa debe hacer más en términos de seguridad y defensa, no es necesario crear un ejército europeo independiente. En su opinión, es esencial que Europa desarrolle una capacidad de respuesta para amenazas específicas que la OTAN no pueda abordar, dada la diversidad de intereses y capacidades de sus 32 países miembros.
### La Inversión en Defensa: Un Imperativo Estratégico
La inversión en defensa es otro de los puntos críticos que Colomina ha destacado. En un entorno de seguridad que se considera el más inestable en décadas, la necesidad de aumentar el gasto en defensa se vuelve apremiante. Colomina señala que Europa ha invertido muy poco en defensa en los últimos 30 años, confiando en gran medida en la capacidad militar de Estados Unidos. Esto ha llevado a una situación en la que Europa debe ser capaz de responder a sus propias necesidades de seguridad, pero con un reparto de la carga más equitativo con Estados Unidos.
La próxima cumbre de líderes de la OTAN, que se celebrará en La Haya, se centrará en este tema. Colomina anticipa que se discutirá la propuesta de elevar la inversión en defensa al 5% del PIB en un plazo de siete años, con un enfoque del 3.5% en defensa pura y un 1.5% en áreas relacionadas como resiliencia e infraestructura. Este aumento no solo es visto como una necesidad estratégica, sino también como una oportunidad para países como España, que cuenta con una de las industrias de defensa más importantes de Europa. Colomina argumenta que este incremento puede impulsar la creación de empleo y el desarrollo tecnológico en el país.
Sin embargo, también advierte sobre la cultura de defensa en España, que es menos prominente en comparación con los países del este de Europa, donde la proximidad a Rusia ha llevado a una mayor conciencia sobre la seguridad. Colomina subraya que España debe considerar su cercanía al Sahel, una región que enfrenta desafíos significativos como el terrorismo y la inmigración. La fragilidad de esta región es un reto que, según él, persistirá durante décadas, lo que hace que la inversión en seguridad y desarrollo en el Sahel sea esencial para evitar problemas futuros.
### Desafíos Geopolíticos y la Fragilidad del Sahel
El Sahel se ha convertido en un punto focal de preocupación geopolítica, especialmente con el aumento de la influencia de Rusia, China e Irán en la región. Colomina señala que Europa ha sido inconsistente en su compromiso con el Sahel, alternando entre períodos de inversión significativa y momentos de retirada. Esta falta de continuidad ha sido un error estratégico que Europa está pagando en términos de seguridad.
El sur de España, en particular, está más expuesto a las amenazas que emanan del Sahel. Colomina enfatiza que es crucial que los líderes europeos reconozcan la importancia de invertir en esta región, tanto política como económicamente, así como en recursos humanos. La seguridad del sur de Europa está intrínsecamente ligada a la estabilidad del Sahel, y es un reto que requerirá atención y recursos a largo plazo.
Colomina concluye que es fundamental que Europa comprenda la magnitud de los desafíos que enfrenta y actúe en consecuencia. La inversión en el Sahel no solo es una cuestión de seguridad, sino también de responsabilidad moral y política. La colaboración con los países africanos y el desarrollo de estrategias sostenibles son esenciales para abordar las causas profundas de la inestabilidad en la región.
La defensa europea y su relación con la OTAN es un tema que seguirá siendo relevante en el futuro cercano. La necesidad de una mayor inversión en defensa, la construcción de capacidades de respuesta y el compromiso con regiones vulnerables como el Sahel son aspectos que deben ser prioritarios en la agenda de seguridad de Europa.