La reciente dana que ha afectado a la Comunitat Valenciana ha puesto en el centro del debate político a Vox y su relación con el Partido Popular (PP). La situación de emergencia ha generado un escenario propicio para que Vox busque capitalizar el desgaste del PP, que ha enfrentado críticas por su gestión durante la crisis. Este artículo examina cómo la formación política ha navegado por este contexto y las implicaciones que esto tiene para el futuro político de la región.
**La Crisis de la Dana y su Impacto en la Política Local**
La dana, un fenómeno meteorológico que ha causado estragos en diversas localidades, ha llevado a las autoridades a emitir avisos especiales y a solicitar a la población que evite desplazamientos innecesarios. En este contexto, Vox ha adoptado una postura crítica hacia la gestión del PP, señalando errores y pidiendo responsabilidades. La situación ha sido aprovechada por Vox para distanciarse del PP, a pesar de haber sido parte del mismo gobierno en el pasado.
La caída en desgracia de algunos de los líderes de Vox, como Carlos Flores Juberías, ha sido un factor que ha complicado la imagen del partido. Sin embargo, la formación ha logrado mantener su relevancia al enfocarse en la crítica a la gestión del PP y al posicionarse como una alternativa en un momento de crisis. La estrategia de Vox ha sido clara: admitir errores del Consell, pero sin personalizar la crítica en su presidente, lo que les permite mantener una imagen de fuerza y cohesión.
La situación se ha vuelto aún más compleja con la investigación abierta por la Fiscalía sobre supuestas irregularidades en la fundación Valencia Activa, lo que ha llevado a la alcaldesa a cerrar la entidad. Este tipo de acontecimientos han alimentado la narrativa de Vox sobre la corrupción y la ineficacia del gobierno, lo que les ha permitido ganar terreno en la opinión pública.
**La Relación entre Vox y el PP: Un Juego de Poder**
La relación entre Vox y el PP ha sido tensa desde el inicio de la legislatura. A pesar de haber formado parte de un gobierno de coalición, las diferencias ideológicas y estratégicas han llevado a Vox a adoptar una postura más crítica. La monitorización de la formación desde Madrid ha sido un factor constante, con directrices que han generado roces entre los miembros del Consell y la dirección nacional de Vox.
La figura de Santiago Abascal ha sido central en esta dinámica. Su decisión de romper con el PP en el verano de 2024, argumentando que el partido había pactado con el PSOE en temas de inmigración, marcó un punto de inflexión. Esta ruptura no solo evidenció las tensiones internas, sino que también permitió a Vox presentarse como un partido que defiende los intereses de la Comunitat Valenciana frente a decisiones tomadas desde la capital.
A medida que se acercan las elecciones de 2027, Vox se encuentra en una posición favorable. Las encuestas indican un aumento en su apoyo, lo que les permite negociar desde una posición de fuerza. La estrategia de Vox ha sido clara: aprovechar el desgaste del PP para consolidar su base electoral y posicionarse como el partido de referencia en la derecha valenciana.
La negociación de los Presupuestos para 2026 será un momento clave para Vox. La presión sobre el PP es palpable, y la formación podría utilizar su influencia para obtener concesiones significativas. La situación actual del PP, marcada por la necesidad de recuperar la confianza de los votantes tras la crisis de la dana, podría jugar a favor de Vox, que se presenta como un socio prioritario en Les Corts.
En este contexto, la radicalización de Vox hacia posiciones más conservadoras ha generado un cambio en su base de apoyo. Los miembros más liberales del partido han ido quedando en un segundo plano, mientras que figuras como Jorge Buxadé han ganado protagonismo. Este cambio de liderazgo y enfoque podría tener repercusiones en la forma en que Vox se presenta ante los votantes en el futuro.
La situación actual de Vox es un reflejo de cómo las crisis pueden ser utilizadas como herramientas políticas. La capacidad de la formación para adaptarse y capitalizar el descontento popular ha sido clave para su crecimiento. A medida que se desarrollan los acontecimientos en la Comunitat Valenciana, será interesante observar cómo Vox continúa navegando por este complejo panorama político y qué estrategias implementará para mantener su relevancia en el futuro.