La reciente declaración de un técnico de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE) ha puesto de relieve la falta de liderazgo en la gestión de la emergencia catastrófica provocada por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunidad Valenciana el 29 de octubre. Según Eduardo Ventura, jefe de servicio de planificación de la AVSRE, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, debió haber declarado la emergencia catastrófica y asumir el mando en ese momento crítico. Esta afirmación ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad y la eficacia de la gestión de emergencias en la región.
La ley de emergencias de la Comunidad Valenciana establece que el jefe del Consell debe asumir la dirección de la emergencia, un hecho que no se llevó a cabo durante la DANA. Ventura explicó que, a pesar de que la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, era la responsable en ese momento, la situación requería una respuesta más contundente y centralizada. El testigo argumentó que, en situaciones de crisis, como la que se vivió con la pandemia de COVID-19, se ha demostrado que es necesario que el presidente asuma el control para garantizar una respuesta efectiva.
### La Falta de Liderazgo en Momentos Críticos
El testimonio de Ventura destaca una serie de fallos en la gestión de la crisis. A pesar de que la AVSRE tenía la capacidad y los recursos para actuar, la falta de una declaración formal de emergencia por parte de Mazón dejó a la comunidad en una situación de incertidumbre. Ventura subrayó que, en su opinión, el 29 de octubre debió haberse declarado una situación de emergencia nacional, similar a lo que ocurrió durante el apagón que afectó a la comunidad. Esta falta de acción ha sido criticada por varios expertos, quienes consideran que la gestión de la crisis fue inadecuada y que se perdió tiempo valioso que podría haber mitigado los daños.
La falta de liderazgo también se evidenció en la tardanza en la comunicación de la situación. Ventura mencionó que tardar una hora en redactar un mensaje sobre la gravedad de la situación refleja una falta de coordinación y liderazgo en la gestión de la emergencia. Esta percepción ha llevado a cuestionar la capacidad del gobierno regional para manejar crisis de esta magnitud, especialmente cuando se trata de proteger a la ciudadanía.
### La Movilización de Recursos y la Vigilancia de Barrancos
Otro aspecto crítico que se abordó durante la declaración fue la movilización de recursos para vigilar los cauces de los barrancos, que son especialmente vulnerables durante episodios de fuertes lluvias. Ventura explicó que, aunque los agentes medioambientales y los bomberos forestales pueden ser movilizados para realizar un seguimiento de estas áreas, la priorización de recursos no siempre es clara. En este sentido, se mencionó un informe de la Generalitat que sugería una prelación de medios de seguimiento, lo que fue desmentido por Ventura, quien argumentó que todos los recursos deben ser considerados en conjunto y no de manera jerárquica.
La falta de una estrategia clara para la vigilancia de los barrancos y la movilización de recursos adecuados ha sido un punto de crítica. Durante la DANA, la Generalitat tuvo la oportunidad de actuar de manera proactiva, pero la falta de una respuesta coordinada resultó en una gestión deficiente de la crisis. Esto plantea interrogantes sobre la preparación y la capacidad de respuesta de las autoridades ante situaciones de emergencia.
La situación vivida durante la DANA ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar y mejorar los protocolos de gestión de emergencias en la Comunidad Valenciana. La experiencia adquirida a través de esta crisis debe servir como un catalizador para implementar cambios que fortalezcan la capacidad de respuesta ante futuras emergencias. La colaboración entre diferentes organismos y la claridad en la asignación de responsabilidades son aspectos clave que deben ser abordados para garantizar una gestión más efectiva en el futuro.
La comunidad valenciana se enfrenta a un reto significativo en la mejora de su sistema de gestión de emergencias. La declaración de Ventura y las críticas a la falta de liderazgo son un llamado a la acción para que las autoridades revisen sus protocolos y se preparen adecuadamente para enfrentar situaciones de crisis. La seguridad y el bienestar de la ciudadanía deben ser la prioridad en la gestión de emergencias, y es fundamental que se tomen medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.