La reciente decisión del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo ha marcado un hito en la historia de la Federación Española de Fútbol (FEF). La anulación de la inhabilitación de Pedro Rocha, ex presidente de la FEF, ha desatado un torrente de reacciones y ha puesto de nuevo en el centro del debate la gestión y los procedimientos dentro de esta institución. Este artículo explora los detalles de la sentencia, el contexto en el que se desarrolla y las implicaciones que podría tener para el futuro del fútbol español.
La decisión judicial, que se conoció el 30 de septiembre de 2025, ha sido considerada un golpe a la credibilidad del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Según el juez, la resolución que inhabilitó a Rocha por un periodo de dos años fue «contraria a derecho», ya que no se le permitió presentar sus alegaciones adecuadamente. Este fallo no solo revoca la sanción impuesta, sino que también ordena que el TAD reinicie el procedimiento desde el principio, lo que podría tener repercusiones significativas en la actual presidencia de Rafael Louzán, quien fue elegido tras la inhabilitación de Rocha.
### Contexto de la Inhabilitación
La inhabilitación de Pedro Rocha se produjo en un contexto de crisis institucional en la FEF, que comenzó tras el escándalo protagonizado por Luis Rubiales durante el Mundial femenino de 2023. Rubiales, quien fue presidente de la FEF, se vio obligado a dimitir tras un incidente que involucró un beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso. En medio de esta tormenta, Rocha, quien era vicepresidente económico desde 2020, asumió interinamente la presidencia de la FEF.
La inhabilitación de Rocha fue el resultado de una denuncia presentada por Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE). Galán argumentó que Rocha había excedido sus funciones al destituir a Andreu Camps como secretario general de la FEF sin consultar a otros miembros del equipo de gobierno provisional. El TAD, tras evaluar la situación, decidió imponer una sanción que incluía una multa de 30.000 euros y la inhabilitación por dos años, alegando que las decisiones de Rocha eran «arbitrarias y groseras».
Sin embargo, la reciente sentencia ha puesto en tela de juicio la validez de estas acusaciones. El juez ha señalado que Rocha no tuvo la oportunidad de defenderse adecuadamente, lo que constituye una violación de su derecho a un juicio justo. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar la imparcialidad y la transparencia del TAD en su proceso de toma de decisiones.
### Implicaciones para la FEF y el Futuro del Fútbol Español
La anulación de la inhabilitación de Pedro Rocha no solo afecta su carrera personal, sino que también plantea interrogantes sobre la estabilidad de la FEF en su conjunto. Con la orden de reiniciar el procedimiento, se abre la posibilidad de que Rocha pueda volver a presentarse a las elecciones, lo que podría alterar el equilibrio de poder dentro de la federación. La continuidad de Rafael Louzán, quien asumió la presidencia tras la inhabilitación de Rocha, ahora se encuentra en una posición vulnerable.
Rocha ha manifestado su intención de estudiar con sus abogados las acciones a seguir tras la sentencia. En sus declaraciones, ha enfatizado que se siente víctima de un «linchamiento injusto e improcedente» y ha criticado la falta de buena fe y lealtad por parte del TAD. Esta situación podría llevar a un nuevo enfrentamiento entre las distintas facciones dentro de la FEF, lo que podría resultar en una mayor inestabilidad en la gestión del fútbol español.
Además, la decisión judicial podría tener un efecto dominó en otros casos relacionados con la gestión de la FEF y sus procedimientos internos. La necesidad de garantizar un proceso justo y transparente es más relevante que nunca, especialmente en un momento en que la federación se encuentra bajo el escrutinio público debido a los escándalos recientes.
La crisis de la FEF no solo ha afectado a sus dirigentes, sino que también ha tenido repercusiones en los clubes y en los jugadores. La falta de liderazgo y la incertidumbre en la gestión han generado preocupación entre los distintos actores del fútbol español, que esperan una resolución clara y efectiva a los problemas que enfrenta la federación.
En este contexto, la anulación de la inhabilitación de Rocha puede ser vista como una oportunidad para reiniciar el proceso de reforma dentro de la FEF. Si Rocha logra recuperar su posición, podría implementar cambios que busquen restaurar la confianza en la federación y en su capacidad para gestionar el fútbol en España de manera efectiva y transparente.
La situación actual de la FEF es un recordatorio de la importancia de la gobernanza en el deporte. La transparencia, la rendición de cuentas y el respeto por los derechos de todos los involucrados son fundamentales para asegurar un entorno saludable y sostenible para el fútbol. La anulación de la inhabilitación de Pedro Rocha es solo un capítulo en una historia más amplia que continúa desarrollándose, y que seguramente seguirá siendo objeto de atención y debate en los próximos meses.