La naviera Armas-Trasmediterránea, surgida de la adquisición de Trasmediterránea en 2017, se encuentra en una encrucijada crítica. Desde su compra, la compañía ha enfrentado problemas financieros que han llevado a la necesidad de un plan de reestructuración. Este plan no solo busca estabilizar la empresa, sino también atraer a posibles compradores, lo que ha despertado el interés de dos de las principales navieras de la Comunitat Valenciana: Boluda Corporación Marítima y Baleària.
### Intereses de las Navieras Valencianas
Ambas compañías están en una fase de expansión y han manifestado su interés por adquirir activos de Armas. Baleària, bajo la dirección de Adolfo Utor, ha diseñado una oferta que se centra en dos de las tres partes que componen los activos de Naviera Armas: las rutas de las Islas Canarias y la de Alborán. Esta propuesta incluye la posibilidad de adquirir la tercera parte, que abarca las rutas del Estrecho, aunque esto dependerá de que Armas llegue a un acuerdo con un tercer grupo.
Por su parte, Boluda Corporación Marítima, presidida por Vicente Boluda Fos, ha reforzado su oferta al asociarse con un grupo de empresarios canarios, incluyendo a Rodolfo Núñez, presidente de la aerolínea Binter. Esta propuesta es menos ambiciosa en términos de tamaño, pero busca crear una sociedad con sede en Canarias, donde Boluda y los empresarios locales tendrían un control equitativo del 50%.
La situación de Armas es compleja. La compañía, que maneja un tráfico de 3,3 millones de pasajeros anuales y cuenta con una flota de 21 embarcaciones, ha visto su futuro comprometido. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) había autorizado la compra de Trasmediterránea por parte de Armas, pero también abrió un expediente sancionador por incumplimiento de compromisos, lo que ha llevado a la empresa a un proceso de reestructuración para enfrentar problemas de liquidez.
### Reestructuración y Desafíos Financieros
Los problemas financieros de Armas se han visto agravados por la entrada de fondos de inversión como JP Morgan, Barings, Cheyne Capital y Bain Capital, que han asumido el 94% del capital de la compañía. Esto ha relegado a la familia fundadora a un escaso 6%. La situación ha llevado a la empresa a buscar soluciones que le permitan salir a flote, incluyendo la reducción de su deuda de 483 millones de euros a 193 millones, gracias a un plan homologado por el Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria.
Este plan de reestructuración, que ha sido ratificado por la Audiencia Provincial, incluye una prórroga del vencimiento de la deuda hasta diciembre de 2026 y la condonación de una parte significativa de la deuda financiera no garantizada. Sin embargo, la incertidumbre en el comercio mundial, exacerbada por la situación geopolítica y los aranceles impuestos por Estados Unidos, ha impactado negativamente en los tráficos marítimos en todo el mundo, lo que añade un nivel adicional de dificultad a la recuperación de Armas.
En el primer cuatrimestre de 2025, los puertos españoles registraron un descenso del 1,9% en el movimiento de mercancías en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este contexto de inestabilidad ha llevado a una caída en el tráfico marítimo, lo que afecta directamente a las operaciones de Armas y, por ende, a su capacidad para atraer inversores o compradores.
Mientras tanto, la competencia entre Boluda y Baleària se intensifica, con cada una de ellas buscando posicionarse estratégicamente en el mercado. Baleària, que ya opera la ruta Huelva-Canarias en colaboración con Fred. Olsen, tiene la vista puesta en expandir su presencia en el tráfico interinsular canario. Por otro lado, Boluda, con su propuesta de colaboración con empresarios canarios, busca establecer una base sólida en el archipiélago.
La situación de Armas es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria marítima en un entorno cambiante y competitivo. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales no solo para el futuro de la naviera, sino también para el panorama del transporte marítimo en la región. Las negociaciones en curso y las ofertas presentadas por Boluda y Baleària marcarán el rumbo de Armas y determinarán si la compañía puede superar sus dificultades financieras y recuperar su posición en el mercado.