La piscina de La Hípica, ubicada en la calle Jaca junto a Viveros, ha reabierto sus puertas este verano tras un periodo de cierre que generó inquietud entre los vecinos. Este espacio recreativo, que había permanecido cerrado por renovación de la concesión, se ha convertido en un lugar de encuentro para los ciudadanos que buscan refrescarse durante las intensas olas de calor que afectan a València. La reapertura ha sido recibida con entusiasmo, especialmente por aquellos que habían solicitado su mantenimiento, ya que la piscina ofrece un alivio necesario en los días más calurosos.
La piscina ha atraído a usuarios de diversos barrios, incluyendo Quart de Poblet, Museros y Russafa, quienes valoran su excelente ubicación y el fácil acceso tanto a pie como en transporte público. Los visitantes destacan la agradable atmósfera del lugar, que cuenta con amplias zonas verdes, sombra de árboles y una gran piscina central. Además, el bar que ofrece comidas y refrescos añade un plus a la experiencia. Sin embargo, a pesar de la satisfacción general, los usuarios han expresado su preocupación por la posibilidad de un nuevo cierre en el futuro, lo que podría privar a la ciudadanía de este espacio recreativo tan valorado.
### Preocupaciones sobre el acceso y las tarifas
Uno de los principales puntos de discusión entre los usuarios es el precio de la entrada, que se sitúa en 5,15 euros, considerablemente más alto que el de otras piscinas municipales, que ronda los 3,35 euros. Muchos visitantes consideran que este costo es excesivo, especialmente dado que las instalaciones no cuentan con una sección infantil adecuada. La falta de un área de chapoteo para los más pequeños ha sido un tema recurrente entre los padres, quienes comparan La Hípica con otras piscinas que ofrecen mejores servicios para niños. La prohibición de llevar comida de fuera también ha generado críticas, ya que obliga a los usuarios a consumir en el bar, lo que puede resultar en un gasto adicional.
Los usuarios han sugerido que se debería considerar una reducción de precios o la implementación de tarifas más competitivas, especialmente para familias. Algunos visitantes han señalado que, aunque la reducción para jubilados y niños es un paso positivo, la entrada general sigue siendo demasiado elevada para lo que se ofrece. La gestión de Aquaval, la empresa encargada de las instalaciones, ha reconocido que la diferencia de precios se debe a un convenio antiguo que rige la piscina de La Hípica, lo que ha llevado a una falta de inversión en mejoras significativas a lo largo de los años.
### Futuro incierto y planes de transformación
El futuro de la piscina de La Hípica es incierto, ya que se prevé que la construcción de un nuevo polideportivo en la zona cierre las instalaciones durante un periodo de dos a tres años. Este proyecto, que incluirá nuevas instalaciones deportivas como pistas de pádel y una piscina cubierta, ha suscitado preocupaciones entre los usuarios que temen perder su acceso a la piscina durante un tiempo prolongado. Aquaval ha indicado que están considerando la posibilidad de realizar los trabajos por fases para intentar mantener la piscina operativa en los próximos veranos, pero no hay garantías de que esto se materialice.
Los usuarios han expresado su deseo de que se mantenga la piscina abierta de manera estable, ya que consideran que es un recurso valioso para la comunidad. La combinación de un entorno tranquilo, familiar y accesible ha hecho de La Hípica un lugar preferido para muchos, y su cierre podría significar la pérdida de un espacio de recreación esencial en la ciudad. A medida que se desarrollan los planes para el nuevo polideportivo, será crucial que las autoridades escuchen las preocupaciones de los ciudadanos y busquen soluciones que beneficien a todos.
La piscina de La Hípica no solo es un lugar para nadar, sino un punto de encuentro social donde los vecinos pueden disfrutar del verano. La comunidad espera que, independientemente de los cambios que se avecinan, se garantice el acceso a este espacio y se realicen las inversiones necesarias para mejorar las instalaciones y servicios ofrecidos. La voz de los usuarios es clara: no se puede privar a la ciudadanía de un chapuzón en los días más calurosos del año.