En la localidad de Picassent, un conflicto creciente ha llevado a los residentes a alzar la voz en busca de soluciones efectivas ante la okupación de un edificio en el Carrer Nou. Desde la pandemia de COVID-19, este inmueble ha sido el foco de múltiples problemas de convivencia, incluyendo altercados, fiestas ruidosas y un ambiente de inseguridad que ha afectado la calidad de vida de los vecinos. La situación ha escalado hasta el punto en que los residentes han decidido organizarse y exigir al ayuntamiento que tome medidas concretas para restaurar la paz y la seguridad en su comunidad.
La okupación de este edificio ha generado un clima de tensión en el vecindario, donde se han registrado hasta 30 incidencias policiales y 15 avisos a las fuerzas de seguridad. Los vecinos, preocupados por su bienestar, han manifestado su deseo de que el ayuntamiento actúe de manera proactiva para garantizar la seguridad de todos. En un comunicado, el Grupo de Vecinos afectados ha expresado su frustración, señalando que la falta de acción por parte del gobierno local ha expuesto a la comunidad a posibles represalias por ejercer su derecho a solicitar ayuda.
### La Llamada a la Acción de los Residentes
Los residentes del Carrer Nou han sido claros en su mensaje: no buscan confrontación, sino un diálogo constructivo con el ayuntamiento. Aseguran que su intención no es señalar a los okupas, sino encontrar una solución que beneficie a todos los involucrados. Una vecina comentó: «No estamos interviniendo contra esta gente, solo queremos que el ayuntamiento tome medidas ante los actos incívicos que suceden». Esta declaración refleja el deseo de los vecinos de vivir en un entorno seguro y respetuoso, donde todos puedan coexistir sin temor.
El último incidente que desató la preocupación de los vecinos ocurrió durante un cumpleaños en el que los okupas lanzaron objetos hacia los asistentes. Este tipo de altercados ha llevado a muchos a cuestionar la efectividad de la respuesta policial, ya que, según los residentes, las fuerzas de seguridad han indicado que no pueden intervenir en situaciones de este tipo. Esto ha generado un sentimiento de impotencia entre los vecinos, quienes sienten que su seguridad no está siendo priorizada.
Para hacer frente a esta situación, los vecinos han iniciado una recogida de firmas con el objetivo de que el ayuntamiento escuche sus demandas y establezca un canal de comunicación efectivo. La idea es que se pueda dialogar de manera tranquila y sin conflictos, buscando soluciones que no perjudiquen a ninguna de las partes involucradas. La comunidad se ha unido en un esfuerzo por restaurar la paz en su vecindario, y están dispuestos a trabajar juntos para lograrlo.
### La Necesidad de un Diálogo Abierto
La falta de acción por parte del ayuntamiento ha llevado a los vecinos a sentir que su voz no está siendo escuchada. A pesar de sus intentos de comunicarse con las autoridades locales, muchos sienten que las declaraciones públicas del gobierno no abordan sus preocupaciones de manera efectiva. Una vecina expresó: «Durante dos años hemos esperado que el ayuntamiento tomara alguna iniciativa para garantizar una mejor convivencia y seguridad, pero ante su pasividad, hemos optado por establecer un diálogo respetuoso».
Este deseo de diálogo es fundamental para encontrar soluciones duraderas. Los vecinos han manifestado que no buscan crear un ambiente hostil, sino que desean que se reconozcan sus derechos y se tomen medidas para mejorar la situación. La comunidad está dispuesta a colaborar con el ayuntamiento para encontrar un enfoque que contemple las necesidades de todos, incluidos aquellos que se encuentran en situaciones vulnerables.
La situación en Picassent es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas comunidades en España. La okupación y la inseguridad son temas que requieren atención y acción por parte de las autoridades locales. Los vecinos de Picassent han demostrado que están dispuestos a luchar por su derecho a vivir en un entorno seguro y pacífico, y su llamado al diálogo es un paso importante hacia la resolución de este conflicto. La esperanza es que, a través de la comunicación y la colaboración, se puedan encontrar soluciones que beneficien a toda la comunidad, promoviendo un ambiente de respeto y convivencia.
