En València, una masiva movilización estudiantil ha tenido lugar en respuesta a la reciente interceptación de una flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza. Alrededor de 800 estudiantes, según cifras de la Delegación del Gobierno, se manifestaron en las calles de la ciudad con un mensaje claro: «Gaza, no estás sola». Esta protesta, organizada por el Sindicato de Estudiantes, se enmarca dentro de una huelga nacional en apoyo a la causa palestina, que ha resonado en diversas universidades españolas.
La manifestación comenzó en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de València y recorrió varias avenidas, culminando en la emblemática plaza de la Reina. Durante el recorrido, los estudiantes realizaron una sentada y guardaron un minuto de silencio en honor a las víctimas palestinas de los recientes bombardeos israelíes. La protesta no solo se centró en la situación en Gaza, sino que también exigió el cese inmediato de lo que los manifestantes describieron como «genocidio».
### Contexto de la Protesta
La movilización se produce en un contexto de creciente tensión en la región de Gaza, donde los ataques israelíes han dejado un saldo devastador, incluyendo la muerte de numerosos civiles y periodistas. Según informes recientes, más de 238 periodistas han perdido la vida desde el inicio del conflicto, una cifra alarmante que ha llevado a los manifestantes a criticar la violencia indiscriminada del ejército israelí. Durante la marcha, se escucharon consignas como «son hospitales, no bases militares», reflejando la indignación de los jóvenes ante la destrucción de infraestructuras civiles.
Los estudiantes también expresaron su apoyo a la flotilla interceptada, que tenía como objetivo llevar ayuda humanitaria a Gaza. En sus discursos, los manifestantes elogiaron la valentía de quienes intentaron romper el bloqueo y pidieron la liberación de los detenidos tras el asalto israelí. La protesta se replicó en más de 40 ciudades de España, evidenciando un fuerte sentimiento de solidaridad con el pueblo palestino entre la juventud.
### Reacciones y Demandas
La respuesta de los estudiantes no se limitó a la protesta del 2 de octubre. En los días previos, el Sindicato de Estudiantes había convocado una huelga general de 24 horas, instando a los jóvenes a vaciar las aulas para hacer eco de su rechazo al genocidio en Gaza. Durante la manifestación, uno de los estudiantes expresó su orgullo por la movilización, afirmando que «no miraremos hacia otro lado» y que la causa palestina es fundamental para la juventud que defiende los derechos humanos y la justicia social.
Además de las demandas de cese de hostilidades, los estudiantes exigieron un boicot a las empresas e instituciones que colaboran con Israel, así como a aquellas españolas que mantienen acuerdos con el estado hebreo. Esta postura se alinea con el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), que busca presionar a Israel para que respete los derechos de los palestinos.
La protesta culminó con la lectura de un manifiesto que criticaba el plan de paz propuesto por el gobierno español, al que los manifestantes consideraron como «hecho a medida de los sionistas». También se cuestionó la efectividad de un embargo de armas que, según los estudiantes, nunca se implementa de manera efectiva.
La movilización estudiantil en València es un reflejo de un cambio generacional en la forma de abordar las injusticias globales. La juventud se ha levantado en defensa de causas que consideran fundamentales, desafiando la etiqueta de «generación de cristal» que a menudo se les asigna. En lugar de ser percibidos como apáticos, los estudiantes han demostrado su capacidad para organizarse y alzar la voz en momentos críticos.
El Sindicato de Estudiantes ha hecho un llamado a la creación de comités de solidaridad con Palestina en cada instituto y universidad, buscando así mantener la presión sobre las autoridades y fomentar un diálogo sobre la situación en Gaza. La movilización no solo se limita a València, sino que se ha convertido en un fenómeno nacional, con estudiantes de diversas ciudades uniendo sus voces en un clamor por la justicia y la paz.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, y la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos. La respuesta de la juventud española, especialmente en València, es un recordatorio de que la solidaridad y la justicia social son valores que trascienden fronteras y que la lucha por los derechos humanos es una causa que sigue viva entre las nuevas generaciones.