Una mujer se encuentra en el centro de un caso de extorsión que ha captado la atención de las autoridades en Valencia. La acusada, que se enfrenta a una posible condena de tres años y medio de prisión, es señalada por presuntamente haber extorsionado a varios hombres que intentaron contratar servicios sexuales a través de diversas plataformas de citas en línea. Aunque los hombres nunca llegaron a concretar una cita, la mujer habría utilizado sus números de teléfono para chantajearlos, enviándoles múltiples mensajes en los que exigía pagos significativos a cambio de no revelar sus identidades a sus círculos cercanos.
La situación se tornó más grave cuando la acusada amenazó con enviar «hombres enfadados» a los hogares de las víctimas si no cumplían con sus demandas económicas. Este caso, que se iba a juzgar en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia, fue aplazado debido a la ausencia de la acusada, lo que ha generado aún más interés en el desarrollo del proceso judicial.
### El entramado de extorsión
Los hechos se remontan a un periodo entre junio y agosto de 2020, cuando la mujer, que en ese momento tenía 37 años y antecedentes penales no relacionados con este caso, supuestamente actuaba en complicidad con otros individuos no identificados. Según el Ministerio Fiscal, la acusada logró obtener un beneficio patrimonial indebido de 4.480 euros a través de sus acciones delictivas, extorsionando al menos a cuatro hombres.
El primer caso documentado involucra a un hombre que, tras contactar con un número de citas, recibió entre 30 y 40 mensajes de WhatsApp exigiendo el pago de 980 euros por las «pérdidas» que la acusada alegaba haber sufrido. A pesar de las amenazas, el hombre se negó a realizar el pago, lo que llevó a los extorsionadores a intensificar sus amenazas. En otro incidente, un segundo hombre que también contactó a una trabajadora sexual recibió mensajes exigiendo 480 euros, bajo la amenaza de que un hombre «bastante enfadado» acudiría a su casa si no pagaba.
La dinámica de extorsión continuó con un tercer afectado que, tras no concretar una cita, fue amenazado con un pago de 680 euros. A pesar de que inicialmente se había acordado un servicio de 60 euros, la acusada y sus cómplices exigieron más dinero, lo que llevó al hombre a realizar un pago adicional de 1.360 euros. Este patrón de chantaje se repitió con un cuarto afectado, quien, tras recibir amenazas similares, también terminó transfiriendo dinero a la cuenta de la acusada.
### Implicaciones legales y acusaciones adicionales
El Ministerio Fiscal ha presentado cargos de extorsión contra la mujer, solicitando una pena de tres años y seis meses de prisión. Sin embargo, en caso de que no se logre probar su implicación directa en los chantajes, la acusación alternativa contempla una condena de dos años de cárcel y una multa de 6.420 euros, además de responsabilidad civil subsidiaria de 60 días por un delito de blanqueo de capitales. Este último cargo se basa en la acusación de que la mujer aceptó abrir una cuenta bancaria a su nombre a cambio de 300 euros, permitiendo que otros la utilizaran para actividades ilícitas.
El caso ha puesto de relieve no solo la problemática de la extorsión en el contexto de los servicios sexuales, sino también las complicaciones legales que pueden surgir de la imprudencia en la gestión de cuentas bancarias. La acusada, al abrir la cuenta y entregar las claves a desconocidos, actuó sin las precauciones necesarias, lo que ha llevado a la Fiscalía a considerar su responsabilidad en el blanqueo de capitales.
Hasta el momento, solo dos de los hombres que fueron extorsionados han solicitado indemnización por los pagos realizados, lo que plantea interrogantes sobre la disposición de las víctimas a denunciar estos delitos, especialmente en un contexto donde la estigmatización social puede ser un factor disuasorio. Este caso sigue en desarrollo y se espera que en las próximas semanas se reanude el juicio, donde se esclarecerán los detalles de este entramado de extorsión que ha conmocionado a la comunidad local.