El balonmano español se prepara para recibir a una nueva figura que promete dejar su huella en la historia del deporte. Pablo Nicolás Sebastián Urdangarin y Borbón, hijo del reconocido Iñaki Urdangarin, se encuentra en la cúspide de su carrera deportiva, listo para debutar con la selección española. Este joven talento, nacido en Barcelona en el año 2000, ha estado entrenando arduamente para llegar a este momento, y su entusiasmo es palpable. En sus propias palabras, «Cuando suene el himno sentiré un escalofrío», una declaración que refleja la emoción y la presión que conlleva representar a su país.
### La Influencia de un Legado Familiar
La historia de Pablo no puede contarse sin mencionar a su padre, Iñaki Urdangarin, quien es considerado una leyenda en el balonmano español. Con 154 partidos defendiendo la camiseta nacional, Iñaki ha sido un referente para muchos jóvenes deportistas, incluido su propio hijo. Sin embargo, Pablo se esfuerza por forjar su propio camino, afirmando que lleva el apellido Urdangarin como una ventaja más que como una carga. «Mi padre ha sido un gran jugador para la selección, ha jugado muchísimos partidos y ha ganado un montón de títulos. Es verdad que la gente estará atenta al apellido, pero yo pienso más en mí», comenta con determinación.
Desde pequeño, Pablo ha estado rodeado de deportes. Aunque comenzó su carrera en el balonmano, también exploró otras disciplinas como el fútbol y el tenis. Sin embargo, su amor por el balonmano prevaleció, y ha demostrado ser un jugador excepcional. Su cambio de posición en el campo, de extremo a un rol más central, ha sido una decisión estratégica que ha dado frutos en su rendimiento. «Ahora he cambiado de posición y da la coincidencia que es la misma que mi padre, pero somos jugadores distintos», explica, subrayando su deseo de ser reconocido por su propio talento.
### Preparación y Expectativas para el Debut
El debut de Pablo con la selección española está programado para un amistoso contra Suecia, un rival de gran prestigio en el balonmano internacional. La rivalidad entre ambas selecciones es intensa, y Pablo es consciente de la importancia de este encuentro. «Suecia es una de las grandes selecciones de balonmano y cuando hemos estado trabajando con vídeos ves al equipo nacional sueco y entiendes que no va a ser un amistoso cualquiera. Va a ser una guerra, va a ser un partido muy interesante y que hay que prepararlo muy bien porque aunque sea amistoso se va a competir muchísimo», afirma, mostrando su compromiso y seriedad ante el desafío.
La presión de representar a España es significativa, pero Pablo ha recibido consejos valiosos de su padre que lo han ayudado a mantener la calma. «Nunca me ha dicho que no haga algo, pero que disfrute, que sonría, que me dé cuenta de la situación en la que estoy porque miles de personas querrían estar en mi lugar», comparte, enfatizando la importancia de disfrutar del juego.
Además de su preparación física y técnica, Pablo también se enfrenta al reto de equilibrar sus estudios con su carrera deportiva. Actualmente, está finalizando su carrera en Sport Management, un campo que le apasiona y que complementa su vida como atleta. «Sigo con mi carrera de Sport Management que ya me queda poco y tengo ganas de acabarla», dice, mostrando su determinación no solo en el deporte, sino también en su educación.
### La Competitividad y el Futuro de Pablo
La competitividad es una característica inherente a Pablo, tanto dentro como fuera de la pista. Se describe a sí mismo como alguien que disfruta de ganar, ya sea en deportes o en juegos de cartas. Esta mentalidad competitiva es un rasgo que ha heredado de su padre, quien también era conocido por su fuerte carácter en el campo de juego. «Yo creo que sí. Sea jugando a otros deportes o a las cartas soy bastante competitivo. Me gusta ganar a todo, pero todo sano», explica, reflejando su enfoque equilibrado hacia la competencia.
A medida que se prepara para su debut, Pablo también se siente agradecido por el apoyo que ha recibido de su familia y amigos. La posibilidad de compartir este momento con sus seres queridos en la grada es algo que lo motiva aún más. «Tengo muchas ganas y va a ser un momento bastante especial», dice con una sonrisa, anticipando la emoción del evento.
El futuro de Pablo Urdangarin en el balonmano parece prometedor. Con su talento, dedicación y el legado de su padre como guía, tiene todas las herramientas necesarias para sobresalir en este deporte. Su deseo de contribuir al equipo nacional y su enfoque en el desarrollo personal son indicativos de un atleta que está listo para dejar su marca en la historia del balonmano español. A medida que avanza en su carrera, Pablo se mantiene firme en su objetivo de aprovechar cada oportunidad que se le presente, mientras sigue disfrutando del juego que tanto ama.
 
									 
					