El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se encuentra en el centro de la atención política tras su comparecencia en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo. Este evento, que podría extenderse hasta cinco horas, ha sido objeto de gran expectación, especialmente por las preguntas que le formularán los diferentes grupos parlamentarios. A pesar de que el PNV y el BNG no participarán, el resto de los partidos han preparado un arsenal de interrogantes que buscan esclarecer las actividades de figuras clave del PSOE, como José Luis Ábalos y Santos Cerdán, así como el uso de dinero en efectivo dentro del partido.
### La Estrategia de Sánchez ante la Oposición
Durante su intervención, Sánchez ha intentado proyectar una imagen institucional, defendiendo la transparencia y la legalidad de las acciones de su gobierno. En respuesta a las acusaciones sobre la visita de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a España, el presidente admitió que no estaba al tanto de la sanción que pesaba sobre ella en el momento de su llegada. «Es bastante habitual que ministros y presidentes extranjeros visiten España sin que el presidente del Gobierno tenga conocimiento de ello», argumentó, minimizando así la gravedad de la situación.
La senadora de Más Madrid, Carla Antonelli, aprovechó su turno para cuestionar a Sánchez sobre la inclusión de Ábalos en las listas electorales de 2023, sugiriendo que el PP busca desestabilizar al Gobierno de coalición. Sánchez, por su parte, defendió la estructura federal del PSOE y la responsabilidad del secretario general del PSPV, Ximo Puig, en la elaboración de dichas listas. Esta defensa no solo busca desviar la atención de las críticas, sino también reafirmar la cohesión interna del partido en un momento de tensión política.
### La Acusación de Deshumanización Política
Uno de los momentos más destacados de la comparecencia fue cuando Sánchez acusó al PP y a Vox de intentar «deshumanizar» a sus adversarios políticos. En un tono firme, el presidente del Gobierno afirmó que estas estrategias no solo son perjudiciales para la política, sino que también afectan la percepción pública de las instituciones. «Cuando el fango se seque, se verá la verdad, y la verdad es que este es un Gobierno limpio», sentenció, en un intento de recuperar la confianza de los ciudadanos.
Sánchez también se refirió a la corrupción en el PP, recordando que la Audiencia Nacional había sentenciado sobre la «corrupción sistémica» en el partido, un tema que sigue siendo un punto álgido en el debate político español. Al mencionar que el PP no ha superado la moción de censura de 2018, Sánchez busca posicionar a su gobierno como un bastión de la legalidad y la ética en contraposición a las prácticas del partido opositor.
La comparecencia de Sánchez en el Senado no solo es un evento aislado, sino que forma parte de un contexto político más amplio donde la lucha por la narrativa y la percepción pública se intensifica. La estrategia del presidente parece centrarse en mostrar un gobierno comprometido con la transparencia y la legalidad, mientras que al mismo tiempo intenta deslegitimar las acusaciones que provienen de la oposición. En este sentido, la respuesta del público y la opinión de los analistas políticos serán cruciales para determinar el impacto de esta comparecencia en el futuro político de Sánchez y su gobierno.
 
									 
					