La comunidad educativa de Massanassa se encuentra en una situación de incertidumbre y descontento ante la inminente vuelta al colegio, que se ha visto marcada por la falta de preparación de las instalaciones. Este lunes, 8 de septiembre de 2025, debería haber sido el día de regreso a las aulas para miles de estudiantes, pero la realidad es muy diferente. La construcción de nuevos centros educativos ha sido retrasada, y muchos alumnos se verán obligados a iniciar el curso en barracones, lo que ha generado protestas por parte de padres, madres y alumnos.
La situación es especialmente preocupante en el CEIP Lluis Vives y la Escuela Infantil Ausiàs March, donde las obras aún están en curso. A pesar de que el equipo docente se ha preparado para recibir a los alumnos, la falta de condiciones adecuadas ha llevado a las familias a expresar su frustración. Un grupo de operarios trabaja en el patio, descargando mobiliario y realizando tareas de construcción, mientras los niños observan desde la distancia, conscientes de que su esperado reencuentro con amigos se retrasará.
### La Respuesta de las Familias y las AMPA
Las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) han sido vocales en su descontento. En un comunicado, expresaron su preocupación por la seguridad de las instalaciones, señalando que aún quedan muchos elementos por revisar antes de que los estudiantes puedan regresar. «No se trata de ultimar detalles, sino de garantizar la seguridad y las condiciones básicas», afirmaron, subrayando que la decisión de retrasar el inicio del curso no fue consensuada con ellos, a pesar de lo que comunicó la Conselleria de Educación.
La incertidumbre no solo afecta a Massanassa. Otros municipios como Alfafar y Algemesí también se enfrentan a la misma situación, con sus respectivos centros educativos en condiciones similares. La falta de comunicación clara y la sensación de abandono por parte de las autoridades educativas han llevado a un clima de tensión entre las familias, que exigen respuestas y soluciones inmediatas.
### Impacto de la Dana en la Infraestructura Educativa
La situación actual es consecuencia de los daños provocados por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunitat Valenciana, dejando a 115 centros escolares en condiciones críticas. Ocho de estos centros han quedado completamente destruidos y requieren una reconstrucción total. La solución temporal adoptada por la Conselleria ha sido habilitar barracones para albergar a los estudiantes, pero esta medida ha sido recibida con escepticismo por parte de la comunidad educativa.
El CEIP Orba de Alfafar es uno de los centros más afectados, con obras que aún no han finalizado y un entorno que no es propicio para el aprendizaje. La falta de mobiliario adecuado y las condiciones de seguridad han llevado a que las familias cuestionen la viabilidad de iniciar el curso en estas circunstancias. La situación es similar en otros centros, donde las obras continúan y se espera que se realicen de manera menos invasiva para no interrumpir el aprendizaje de los alumnos.
El conseller de Educación ha indicado que se están invirtiendo 70 millones de euros en la reconstrucción de estos centros, pero las familias se muestran escépticas sobre si estas inversiones se traducirán en mejoras reales y rápidas. La falta de un cronograma claro para la finalización de las obras ha alimentado la frustración y la desconfianza entre los padres.
### La Necesidad de Soluciones Inmediatas
La comunidad educativa de Massanassa y otras localidades afectadas no solo demanda una solución a corto plazo, sino también un compromiso a largo plazo por parte de las autoridades para garantizar que los estudiantes tengan acceso a instalaciones adecuadas y seguras. La educación es un derecho fundamental, y las familias consideran que no se les puede pedir que sean pacientes tras meses de espera y promesas incumplidas.
Las protestas en Massanassa son un reflejo de un problema más amplio que afecta a la educación en la Comunitat Valenciana. La falta de infraestructura adecuada y la gestión ineficaz de los recursos han llevado a una crisis educativa que requiere atención urgente. Las familias esperan que las autoridades escuchen sus demandas y actúen con rapidez para asegurar que sus hijos puedan regresar a un entorno de aprendizaje seguro y adecuado.
La situación en Massanassa es un llamado de atención para todos los involucrados en la educación, desde las autoridades hasta la comunidad en general. La educación de los niños no puede ser un tema de segunda categoría, y es fundamental que se tomen medidas efectivas para resolver esta crisis y garantizar un futuro mejor para todos los estudiantes.