La seguridad vial es un tema de vital importancia que afecta a todos los ciudadanos, y en este contexto, el I Foro de Seguridad Vial celebrado en el Circuit Ricardo Tormo ha sido un punto de encuentro para discutir y reflexionar sobre este asunto. Javier Piedra, director del Área de Carreteras de la Diputació de València, fue uno de los oradores destacados del evento, donde subrayó la necesidad de un enfoque proactivo hacia la seguridad en las carreteras. Su intervención comenzó con un agradecimiento a los organizadores y a la colaboración del circuito, destacando la importancia de la iniciativa para fomentar una cultura de responsabilidad en la conducción.
Uno de los mensajes más contundentes de Piedra fue la crítica a la autocomplacencia en el ámbito de la seguridad vial. «No podemos permitirnos ser complacientes; cada accidente es una tragedia personal y un fracaso colectivo», afirmó. Este llamado a la acción resuena en un momento en que, a pesar de los avances en tecnología y en la infraestructura vial, la reducción de la siniestralidad parece haber estancado. La evolución de los vehículos y las carreteras ha sido notable, pero la lucha por alcanzar la ‘siniestralidad cero’ sigue siendo un desafío pendiente.
### Avances en Infraestructura y Tecnología
Durante el foro, se discutieron los avances significativos en la calidad de las carreteras y en la tecnología de los vehículos. Javier Piedra mencionó que, aunque se ha logrado una mejora considerable en la seguridad de los automóviles, la tendencia a la baja en los accidentes de tráfico que se observó a principios del siglo XXI ha comenzado a desvanecerse. «Nuestros vehículos son mucho mejores que hace unos años, y nuestras carreteras están entre las mejores del mundo. Sin embargo, debemos seguir mejorando», enfatizó.
La llegada del vehículo autónomo plantea nuevos retos y oportunidades en el ámbito de la seguridad vial. La adaptación a esta nueva tecnología requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados, desde los responsables de la infraestructura hasta los usuarios de las vías. Piedra destacó la importancia de la educación y la formación en este proceso de adaptación, sugiriendo que el próximo foro debería incluir a representantes de instituciones educativas, asociaciones deportivas y colectivos de ciclistas y motoristas. «La seguridad vial no es solo responsabilidad de unos pocos, es un asunto que nos concierne a todos», afirmó.
### La Educación como Pilar Fundamental
Uno de los puntos más relevantes abordados en el foro fue la necesidad de redoblar los esfuerzos en educación vial. La formación adecuada de los conductores y la concienciación sobre las normas de tráfico son esenciales para reducir la siniestralidad. Javier Piedra hizo hincapié en que, sin una base sólida de educación vial, los avances tecnológicos por sí solos no serán suficientes para garantizar la seguridad en las carreteras.
La propuesta de involucrar a más sectores de la sociedad en la discusión sobre seguridad vial es un paso importante hacia la creación de una cultura de responsabilidad compartida. La educación vial debe comenzar desde una edad temprana, integrándose en los programas escolares y fomentando una conciencia sobre la importancia de la seguridad en las carreteras. Esto incluye no solo a los conductores, sino también a peatones y ciclistas, quienes también juegan un papel crucial en la seguridad vial.
El foro también sirvió como un espacio para compartir experiencias y buenas prácticas en la gestión de la seguridad vial. La colaboración entre diferentes instituciones y la participación activa de la comunidad son elementos clave para lograr un entorno vial más seguro. La creación de campañas de concienciación, la mejora de la señalización y la implementación de medidas de control son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para mejorar la seguridad en las carreteras.
En resumen, el I Foro de Seguridad Vial ha puesto de manifiesto la importancia de abordar la seguridad en las carreteras desde una perspectiva integral, que incluya la mejora de la infraestructura, la adaptación a nuevas tecnologías y, sobre todo, un fuerte enfoque en la educación y la formación. La participación activa de todos los sectores de la sociedad es fundamental para avanzar hacia un futuro donde la siniestralidad vial sea un problema del pasado. La seguridad vial es un compromiso que debe ser asumido por todos, y eventos como este foro son esenciales para fomentar el diálogo y la colaboración en este ámbito crítico.