Las elecciones legislativas de Portugal, celebradas el 18 de mayo de 2025, han marcado un hito en la política del país, con la conservadora Alianza Democrática logrando una victoria significativa, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta. Este resultado ha generado un nuevo escenario político en el que la gobernabilidad se presenta como un desafío para el primer ministro en funciones, Luís Montenegro. En este contexto, el Partido Socialista y la ultraderechista Chega han empatado en la segunda posición, lo que refleja un cambio drástico en la confianza del electorado hacia las fuerzas de izquierda.
**El Ascenso de la Alianza Democrática y la Extrema Derecha**
Con el 99% de los votos escrutados, la Alianza Democrática ha obtenido un 32,1% de los votos, lo que se traduce en 86 escaños en la Asamblea de la República, que cuenta con un total de 230. A pesar de esta victoria, la falta de una mayoría absoluta (116 escaños) complica la situación para Montenegro, quien necesitará el apoyo del Partido Socialista o de Chega para implementar su programa de gobierno. La situación es aún más compleja considerando que ambos partidos, socialistas y ultraderechistas, han logrado un total combinado de 116 escaños, lo que podría bloquear cualquier intento de gobernabilidad por parte de la Alianza Democrática.
La participación en estas elecciones ha sido del 64,38%, un aumento notable de 4,5 puntos en comparación con las elecciones del año anterior. Este incremento en la participación refleja un creciente interés de los ciudadanos en el proceso político, posiblemente impulsado por la crisis de confianza en el gobierno anterior y la búsqueda de alternativas.
El Partido Socialista, que había dominado la política portuguesa en los últimos años, ha sufrido una debacle histórica, perdiendo 20 escaños y cayendo al 23,38% de los votos. Este resultado ha llevado a la dimisión de su líder, Pedro Nuno Santos, quien había asumido el cargo en un contexto de crisis y había intentado moderar su imagen para recuperar la confianza del electorado. Por su parte, Chega, liderado por André Ventura, ha logrado un récord al superar el 22% de los votos, consolidándose como una fuerza política relevante en el país.
**Los Principales Candidatos y sus Estrategias**
Luís Montenegro, el actual primer ministro, ha enfrentado una serie de desafíos en su camino hacia la reelección. A pesar de estar bajo investigación por negocios familiares polémicos, ha logrado relanzar su campaña con un enfoque en la estabilidad y la continuidad. Montenegro, quien ha estado en la política durante más de 25 años, ha enfatizado su compromiso con la gobernabilidad y ha descartado cualquier posibilidad de alianza con Chega, a pesar de su creciente popularidad.
Por otro lado, Pedro Nuno Santos, quien lideraba el Partido Socialista, ha visto cómo su estrategia de moderación no ha dado los resultados esperados. Con propuestas como el aumento del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral, Santos intentó atraer a un electorado que se había alejado de la izquierda. Sin embargo, su fracaso en estas elecciones ha llevado a una crisis de liderazgo dentro del partido, que ahora se enfrenta a la necesidad de redefinir su identidad y estrategia para recuperar la confianza de los votantes.
André Ventura, el líder de Chega, ha capitalizado el descontento popular con un discurso provocador y una fuerte presencia en redes sociales. Su enfoque en temas como la inmigración y la seguridad ha resonado con un sector del electorado que busca respuestas rápidas a problemas complejos. Ventura ha declarado que Chega ha logrado romper con el bipartidismo que ha caracterizado a la política portuguesa durante décadas, lo que refleja un cambio en la dinámica política del país.
A medida que Portugal se adentra en esta nueva etapa política, la incertidumbre sobre la gobernabilidad y la capacidad de los partidos para formar coaliciones efectivas se convierte en un tema central. La Alianza Democrática, aunque victoriosa, enfrenta el reto de navegar en un entorno donde la oposición tiene el poder de bloquear su agenda. La situación actual plantea preguntas sobre el futuro de la política en Portugal y cómo los partidos se adaptarán a las nuevas realidades del electorado.
Con un panorama político en constante evolución, los próximos meses serán cruciales para determinar el rumbo de Portugal. La capacidad de los partidos para colaborar y encontrar soluciones a los problemas que enfrenta la sociedad portuguesa será fundamental para restaurar la confianza en el sistema político y garantizar la estabilidad del país.
