En un caso que ha conmocionado a la sociedad valenciana, un joven hondureño ha sido condenado a siete años de prisión por agredir sexualmente a una menor tutelada con discapacidad. La sentencia fue dictada por la Audiencia Provincial de Valencia, tras un juicio que tuvo lugar en septiembre de 2025. Los hechos ocurrieron el 2 de abril de 2024, cuando el acusado, Michael G.M., de 20 años, se encontró con la víctima, una adolescente de 16 años, en un edificio de la ciudad. La menor había conocido al agresor a través de Instagram mientras se encontraba en un centro de acogida.
La Fiscalía había solicitado inicialmente trece años de cárcel, argumentando que el agresor se aprovechó de la vulnerabilidad de la menor, quien tenía un grado de discapacidad del 39% debido a un retraso madurativo y otros trastornos. Sin embargo, el tribunal no consideró que existiera una superioridad física que justificara la agravante, ya que ambos jóvenes tenían una complexión física similar. Además, el tribunal determinó que el joven no podía haber estado al tanto de la discapacidad de la menor, ya que no se conocían antes del encuentro y la duración de su interacción fue breve.
### Detalles del Caso y el Juicio
Durante el juicio, el testimonio de la menor fue fundamental. A pesar de las insinuaciones del acusado sobre un posible despecho por parte de la víctima, el tribunal no encontró evidencia que respaldara tales afirmaciones. En su defensa, el joven alegó que la menor no era su tipo y que se ofendió por haber sido rechazada. Sin embargo, un mensaje enviado por él horas después de la agresión, en el que preguntaba si a la menor no le había gustado lo que hicieron, fue crucial para el caso. El acusado intentó justificar su comentario al referirse a actividades como fumar y beber, pero el tribunal consideró que esto no era relevante para el contexto de la agresión.
El testimonio de la menor fue corroborado por sus amigas, quienes la acompañaron a la cita, así como por informes periciales y psicológicos que se realizaron tras la denuncia. La directora del centro de acogida también testificó, afirmando que la menor nunca había mostrado comportamientos disruptivos y que su discapacidad no le permitía inventar una historia de tal magnitud. Esta declaración fue clave para establecer la credibilidad de la víctima.
### La Sentencia y sus Implicaciones
Finalmente, el tribunal condenó al joven a siete años de prisión por un delito de agresión sexual con acceso carnal, tanto por vía bucal como vaginal, utilizando violencia e intimidación. Además de la pena de prisión, se le impuso una prohibición de acercarse a la víctima a menos de 100 metros durante doce años después de cumplir su condena. También se le inhabilitó para cualquier profesión que implique contacto regular con menores durante el mismo período.
La sentencia incluye una pena adicional de siete años de libertad vigilada y una indemnización de 15,000 euros por los daños morales causados a la menor. Aunque la sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, este caso ha puesto de manifiesto la importancia de proteger a los menores, especialmente aquellos en situaciones de vulnerabilidad como los tutelados.
La condena ha generado un debate en la sociedad sobre la necesidad de reforzar las medidas de protección para los menores y la importancia de la educación sobre el consentimiento y la violencia de género. Este caso es un recordatorio de que la justicia debe prevalecer y que las voces de las víctimas deben ser escuchadas y tomadas en serio.
