La reciente crisis migratoria en Canarias ha llevado a un encuentro crucial entre el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Este encuentro, programado para el próximo lunes 18 de agosto en Lanzarote, surge como respuesta a las crecientes críticas sobre la gestión de la migración en el archipiélago. Clavijo ha expresado su descontento con la lentitud del Ejecutivo central en cumplir con las órdenes del Tribunal Supremo respecto al reparto de menores solicitantes de asilo, lo que ha generado un clima de tensión entre ambas administraciones.
La reunión se llevará a cabo en la sede del Cabildo de Lanzarote, a pocos kilómetros de la residencia de Sánchez, quien se encuentra de vacaciones en la isla. Clavijo ha dejado claro que su intención es reprochar al presidente español la falta de compromiso en la atención a los menores migrantes. En sus declaraciones, el presidente canario ha afirmado que el Gobierno central «no está cumpliendo con sus obligaciones» y ha criticado la escasa respuesta ante la situación, señalando que solo diez menores han sido trasladados a la Península desde la sentencia del Supremo, a pesar de que se esperaba un número significativamente mayor.
### Críticas a la Gestión del Gobierno Central
La situación se complica aún más debido a las recientes declaraciones de la ministra de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, Elma Saiz, quien ha criticado abiertamente a las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular y al propio Clavijo. Saiz ha calificado de «nefasto» el proceso de reparto de menores, que comenzó con la llegada de diez adolescentes a Asturias, una de las pocas comunidades que no ha mostrado oposición a los planes de traslado. Clavijo, por su parte, ha denunciado que el Ejecutivo central está ocultando un problema político, refiriéndose a la resistencia de muchas comunidades a acoger a los menores migrantes.
El presidente canario ha subrayado que la falta de plazas disponibles y la incertidumbre sobre cuándo estarán listas son factores que agravan la situación. Además, ha señalado que el problema no es solo administrativo, sino que también hay un trasfondo de financiación que impide a las comunidades asumir la responsabilidad de acoger a los menores. En este contexto, Clavijo ha comparado la respuesta del Gobierno español ante la crisis de refugiados ucranianos y afganos con la actual situación de los menores migrantes, sugiriendo que hay una falta de voluntad política para abordar el problema de manera efectiva.
### Expectativas para el Encuentro
El encuentro entre Clavijo y Sánchez no se espera que sea un diálogo pacífico. Las tensiones han ido en aumento, especialmente después de las críticas mutuas entre los líderes políticos. Clavijo ha manifestado su esperanza de que de esta reunión surjan acciones concretas que puedan implementarse en los próximos meses, aunque la desconfianza persiste. La situación es delicada, ya que se prevé un aumento en las llegadas de migrantes a Canarias con la llegada del mes de septiembre, lo que podría agravar aún más la crisis si no se toman medidas adecuadas.
La ministra Saiz ha hecho un llamado a la colaboración de todas las comunidades autónomas, instando a que reciban migrantes sin excepciones. Sin embargo, la respuesta ha sido variada, con muchas comunidades mostrando resistencia a los planes del Gobierno central. Madrid, en particular, ha sido una de las más críticas, con el municipio de Pozuelo de Alarcón cerrando su centro de acogida en respuesta a la situación.
La crisis migratoria en Canarias no solo plantea desafíos logísticos y administrativos, sino que también pone de relieve las tensiones políticas entre las diferentes administraciones. La reunión entre Clavijo y Sánchez será un momento clave para abordar estas cuestiones y buscar soluciones que permitan una gestión más efectiva de la migración en el archipiélago. La presión sobre el Gobierno central para que actúe de manera decisiva y cumpla con sus obligaciones legales es más fuerte que nunca, y el resultado de este encuentro podría tener un impacto significativo en la política migratoria en España.