La situación en la Franja de Gaza sigue siendo crítica, con las milicias palestinas recuperando cuerpos de rehenes israelíes mientras se espera la segunda fase del alto el fuego. El Consejo de Seguridad de la ONU está intentando establecer una fuerza internacional en la región, lo que podría cambiar el rumbo del conflicto. En este contexto, Israel ha llevado a cabo ataques en el sur de Líbano, alegando que se trataba de un depósito de armas de Hizbulá. Este ataque ha sido justificado por el Ejército israelí como parte de sus esfuerzos para desmantelar las capacidades de rearmado de la milicia chií, que ha sido debilitada en conflictos anteriores.
### La Reacción Internacional y el G7
Recientemente, los ministros de Exteriores del G7 se reunieron en Canadá para discutir la situación en Ucrania y Gaza. En esta reunión, reafirmaron su apoyo a Ucrania y expresaron su preocupación por la situación humanitaria en Gaza, instando a un alto el fuego inmediato. Sin embargo, el G7 evitó abordar otros temas delicados, como los ataques a lanchas en el Caribe, lo que ha generado críticas sobre la falta de acción contundente ante la crisis humanitaria en Gaza.
El apoyo del G7 al plan de paz propuesto por Estados Unidos para Gaza ha sido un punto de controversia, ya que muchos cuestionan la efectividad de este enfoque en medio de la creciente violencia y la falta de acceso a ayuda humanitaria. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos, especialmente en un momento en que las tensiones entre Israel y Palestina están en su punto más álgido.
### Protestas y Resistencia en el Terreno
Mientras tanto, las protestas contra Israel han aumentado, especialmente en eventos internacionales como la presentación de la Eurocopa 2028 en Londres. Manifestantes han exigido la expulsión de Israel de las competiciones de la UEFA, acusando a la organización de complicidad en lo que consideran un genocidio en Palestina. Estas manifestaciones reflejan un creciente descontento global hacia las acciones de Israel y la percepción de que la comunidad internacional no está haciendo lo suficiente para abordar la crisis.
En el terreno, la violencia ultraderechista en Israel ha crecido, con colonos y activistas atacando a palestinos y a aquellos que critican las acciones del gobierno israelí. Este aumento de la violencia ha llevado a un clima de miedo y represión, donde incluso los críticos dentro de Israel enfrentan represalias. La situación se complica aún más con el anuncio del cierre de la emisora de radio del Ejército israelí, que el ministro de Defensa ha justificado como una medida para proteger la moral de las tropas.
La Casa Blanca ha desmentido rumores sobre la construcción de una base militar estadounidense cerca de Gaza, lo que ha generado especulaciones sobre la implicación de Estados Unidos en el conflicto. A pesar de las afirmaciones de apoyo a un alto el fuego, la realidad en el terreno muestra un panorama desolador, con un número creciente de víctimas y un acceso limitado a la ayuda humanitaria.
En resumen, la situación en Gaza y en la región sigue siendo volátil y compleja, con múltiples actores involucrados y una creciente presión internacional para encontrar una solución duradera. Las acciones de Israel, las reacciones de los palestinos y la respuesta de la comunidad internacional seguirán siendo temas de debate y análisis en los próximos días.
