El Consorcio de la Ribera ha dado un paso significativo en su estructura de liderazgo con la elección de Toni Barea como nuevo presidente. Este cambio se produce en el marco de un acuerdo entre el PSPV y Compromís, donde ambos partidos se alternarán en la presidencia durante un periodo de dos años. Barea, quien también ocupa el cargo de vicepresidente primero de la Mancomunidad de la Ribera Alta, tomó posesión de su nuevo cargo en una sesión extraordinaria celebrada en Alzira.
### Un Compromiso con la Comunidad
Al asumir la presidencia, Barea expresó su profundo honor y responsabilidad al representar una institución que une a municipios, proyectos y personas con el objetivo común de mejorar la vida en la comarca. En sus declaraciones, subrayó la importancia del respeto y la humildad en su nuevo rol, además de agradecer a su predecesor, Josep Mur, por su dedicación y enfoque en el servicio público.
El nuevo presidente ha delineado su visión para el Consorcio durante su mandato. Uno de sus principales objetivos es reforzar la eficiencia del Consorcio como un servicio público cercano a los ayuntamientos y a la ciudadanía. Barea enfatizó la necesidad de fomentar la transición ecológica y la gestión responsable de los recursos, así como de profundizar en el bienestar y la cohesión social de la comarca. «Quiero que esta nueva etapa sea una etapa de diálogo y proximidad. Que cada ayuntamiento sienta al Consorcio como una extensión de su propio trabajo», afirmó.
### Proyectos Ambiciosos en Marcha
El Consorcio de la Ribera no solo se enfoca en la gestión administrativa, sino que también tiene en marcha varios proyectos ambiciosos que buscan mejorar la calidad de vida en la región. Uno de los proyectos más destacados es «Canya a la canya», que tiene como objetivo crear un gran corredor verde de 75 kilómetros a lo largo del río Xúquer. Este proyecto se basa en la eliminación de especies invasoras del lecho del río, lo que no solo mejorará la biodiversidad local, sino que también contribuirá a la salud del ecosistema.
Además, el Consorcio está comprometido con el bienestar animal. En colaboración con las mancomunidades de la Ribera Alta, la Ribera Baixa y la Safor, se están construyendo dos centros de acogida para animales abandonados. El primero de estos centros ha sido inaugurado recientemente en Tavernes de la Valldigna, mientras que el segundo, ubicado en Alcúdia, se espera que entre en funcionamiento a principios de 2026. Estas iniciativas no solo abordan la problemática del abandono animal, sino que también promueven una mayor conciencia sobre la responsabilidad hacia los animales en la comunidad.
Barea ha manifestado su intención de que el Consorcio se convierta en un aliado para la ciudadanía, una institución que escucha y responde a las necesidades de la población. Esto implica un enfoque proactivo en la comunicación y la colaboración con los ayuntamientos, así como un compromiso con la transparencia en la gestión de los recursos públicos.
La gestión del Consorcio de la Ribera incluye diversas áreas, como la promoción económica, la energía, el turismo y la educación ambiental. Cada una de estas áreas tiene un papel crucial en el desarrollo sostenible de la comarca, y Barea ha indicado que buscará potenciar cada una de ellas durante su mandato.
La transición hacia un modelo de gestión más sostenible y responsable es un tema central en la agenda de Barea. La necesidad de adaptarse a los desafíos ambientales actuales es innegable, y el nuevo presidente está decidido a implementar políticas que no solo beneficien a la comunidad en el presente, sino que también aseguren un futuro viable para las próximas generaciones.
### La Importancia del Diálogo y la Participación Ciudadana
Uno de los pilares fundamentales que Barea ha destacado es la importancia del diálogo y la participación ciudadana en la toma de decisiones. En su discurso, enfatizó que el Consorcio debe ser visto como una extensión del trabajo de los ayuntamientos, lo que implica una colaboración más estrecha entre las diferentes administraciones locales. Esto no solo fortalecerá la gestión pública, sino que también permitirá que las voces de los ciudadanos sean escuchadas y tenidas en cuenta en el proceso de toma de decisiones.
La participación activa de la comunidad es esencial para el éxito de cualquier iniciativa pública. Barea ha manifestado su deseo de que los ciudadanos se sientan parte del Consorcio, lo que implica fomentar espacios de diálogo donde se puedan discutir ideas, inquietudes y propuestas. Esto no solo mejorará la relación entre la administración y la ciudadanía, sino que también contribuirá a una mayor transparencia y confianza en las instituciones.
El nuevo presidente también ha señalado la importancia de contar con un personal técnico capacitado y motivado, que actúe como motor de ideas e iniciativas. La formación continua y el desarrollo profesional del personal del Consorcio serán aspectos clave para garantizar una gestión eficiente y adaptada a las necesidades cambiantes de la comarca.
En resumen, la elección de Toni Barea como presidente del Consorcio de la Ribera marca el inicio de una nueva etapa en la gestión local, caracterizada por un enfoque en la sostenibilidad, la participación ciudadana y la colaboración entre administraciones. Con proyectos ambiciosos en marcha y un compromiso claro hacia el bienestar de la comunidad, se espera que su liderazgo impulse un cambio positivo en la comarca.