Un trágico accidente ha conmocionado a la localidad de Calp, donde una niña de tan solo 4 años perdió la vida tras caer desde un quinto piso. El suceso ocurrió en la madrugada del pasado viernes, y aunque las circunstancias son desgarradoras, la investigación ha revelado que la pequeña sufría episodios de sonambulismo, lo que podría haber contribuido a la fatal caída. Este incidente ha llevado a la comunidad a reflexionar sobre la seguridad en los hogares y la vigilancia de los menores.
La niña, que se encontraba en casa junto a su hermano de un año y su hermana de 15 años, se precipitó desde el balcón de su vivienda en la avenida Diputación. Los padres no estaban presentes en el momento del accidente, lo que ha llevado a las autoridades a descartar cualquier indicio de abandono. La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, y hasta el momento, se considera que se trató de un desgraciado accidente.
El impacto de la caída fue amortiguado por un coche que se encontraba estacionado en la calle, lo que, aunque no evitó las graves lesiones de la niña, pudo haberle salvado la vida en un primer momento. Los propios padres la llevaron al centro de salud de Calp, desde donde fue trasladada en ambulancia al Hospital General de Alicante. A pesar de los esfuerzos médicos, la pequeña falleció cinco días después del accidente, dejando un profundo dolor en su familia y en la comunidad.
La tragedia no termina aquí, ya que el Ayuntamiento de Calp ha decretado tres días de luto por la muerte de la niña y de otra bebé de 20 días que también perdió la vida en un accidente reciente. Esta segunda tragedia ocurrió cuando un coche aparcado, que sufrió una avería en el freno de mano, se deslizó por una calle empinada, arrollando a la madre y a su bebé que iba en un carrito. La madre, aunque gravemente herida, está evolucionando favorablemente en la UCI.
La serie de accidentes ha llevado a la comunidad a cuestionar la seguridad de los espacios donde juegan y viven los niños. La importancia de la supervisión de menores, especialmente en hogares donde se presentan situaciones de riesgo, es un tema que ha cobrado relevancia tras estos trágicos eventos. Las autoridades locales están trabajando en campañas de concienciación para educar a los padres sobre la seguridad en el hogar y la vigilancia de los niños, especialmente en lo que respecta a balcones y ventanas.
La tragedia de Calp también ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar las normativas de seguridad en edificios residenciales, así como la importancia de contar con medidas de protección adecuadas en los hogares. La comunidad está en duelo, y muchos se han unido para ofrecer apoyo a las familias afectadas, mostrando que, a pesar de la tragedia, la solidaridad y el apoyo mutuo pueden ayudar a sanar las heridas.
Los accidentes domésticos son una de las principales causas de lesiones en niños, y es fundamental que los padres y cuidadores estén informados sobre cómo prevenir estos incidentes. Desde la instalación de barandillas seguras en balcones hasta la supervisión constante de los menores, cada medida cuenta para garantizar la seguridad de los más pequeños.
La historia de la niña de Calp es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la importancia de estar siempre alerta. La comunidad se une en su dolor, pero también en su compromiso de trabajar juntos para prevenir que tragedias como esta vuelvan a ocurrir. La seguridad de los niños debe ser una prioridad, y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la protección de los más vulnerables en nuestras comunidades.